CAPÍTULO 40

1.1K 177 15
                                    

No, no y mil veces no.

HoSeok caminaba sintiendo la mirada de alguien, por que definitivamente había alguien observandolo y estaba seguro que en cuanto tuviera a aquel imbécil frente a él, le reventaria los huevos y de ser chica, le reventaria los pechos. Jamás en su vida se había sentido tan desprotegido como estos días.
TaeHyung y JungKook no sabían decirle más que, que había alguien detrás de sus cueritos y eso era más espantoso aún. De ser cierto, que horribles gustos tenía esa persona.

El omega caminó a prisa pues iba tarde a su primer clase del día y el maldito profesor de salud era todo menos compasivo con el tiempo. Dio tres zancadas hasta doblar el pasillo y antes de poder entrar, la puerta se cerró en su cara. Juró que si no se tratará del profesor, lo maldeciria mil veces por atreverse a cerrarle, pero sabía que no podía y que justo ahora se había quedado fuera de clases.

Negando y resignado, HoSeok se dio la vuelta y caminó hacía la cafetería. Últimamente se encontraba más solo ya que Tae y JungKook estaban pasando mucho más tiempo juntos ya que en pocos días Tae partía a su país natal.
Por otro lado JiMin y YoonGi con quienes había logrado acercarse, estaban ocupados con proyectos semestrales y no tenían tiempo ni para ellos y bueno, fuera de esas cuatro personas, nadie más se acercaba al omega "vagabundo" como muchos lo habían bautizado.

Si era sincero todas esas mierdas le impotaban un queso, sabía que no era un omega feo y que si se arreglaba tanto como Tae, en definitiva causaría impacto, pero él no quería. Él era así, le gustaba usar ropas anchas que no dejarán rastro de lo que ocultaban, amaba sus Jordan y sus gorras, gorros y sobreros que le brindaban un estilo único.
Venía de una escuela poco prestigiosa y con poco presupuesto donde como omega o aprendias a defenderte o te vendias a los alfas por "protección" y él definitivamente era él que se defendía por lo cual había recurrido a usar ropas que quitarán la atención de los imbéciles sobre él.

Suspiró dejándose caer en una mesa luego de comprar un pequeño aperitivo.
Sacó su móvil y tardó unos minutos en paz hasta que lo volvió a sentir, aquella mirada.
Lentamente elevó el rostro en busca de quien, pero la cafetería estaba semi-llena y podía ser cualquiera. Intento ignorarlo pero era persistente, sin embargo antes de que se levantará con planes de marcharse, la persona menos esperada se sentó frente a él.

- Hola - saludo y él bufó tomando sus cosas pero fue detenido. - Espera, no vengo a molestarte yo... Hobi quiero arreglar las cosas - HoSeok frunció el ceño.
- ¿Tragaste placenta antes de ser botado del interior de tu madre o ella no trago ácido folico? Te dije la última vez que no te quería cerca a menos que quisieras una golpiza.
- Se lo que dijiste pero realmente quiero arreglar las cosas, al menos dejame enmendar lo que hice en aquel tiempo.
- ¿Ah sí? ¿Irás con nuestros excompañeros y explicarás eso, les harás entender que tu eres el maldito hijo de puta? ¿Eso harás? - preguntó con rabia contenida.
- Eso sería dificil porque ahora ya nadie me creería, pero al menos déjame intentar arreglar entre nosotros-
- No, no hay ningún nosotros, fuimos amigos pero ya no más, tuviste tu oportunidad, ya no. Todo lo que éramos ya no existe así que, solo déjame en paz - HoSeok se puso de pie y amagó irse pero aquel tipo lo sostuvo de la mano evitando su huida.
- No puedo permitirlo, quiero volver a ser lo que éramos antes, tu eres mi-
- Sueltame - pidió molesto. - Ni aunque te disculparas de mil formas volvería a creer en ti, así que sueltame y déjame en paz - jaló su mano pero solo ganó que el chico se pusiera de pie sin soltarlo.
- Hobi-
- Ey, ya te pidió que lo sueltes - repentinamente una tercera voz se hacía presente interrumpiendo la conversación, si se le podía llamar así, de aquellos dos.

Shonwu miró al recién llegado y con la mirada le cuestionó el porque se interponía.

- ¿Quién diablos eres? - preguntó y antes de que el chico respondiera, HoSeok se adelantó.
- Otro imbécil que gusta también de hincharme las bolas, ahora sueltame y no vuelvas a molestar, ya te lo advertí - pero una vez más el chico se negó a soltarlo y antes de que el omega soltará el primer golpe, el recién llegado empujó al tipo haciéndolo trastabillar.
- Ya lo oíste, ahora piérdete - Shonwu quiso reclamar al tipo pero fue tarde cuando el único omega solo rodó los ojos y se marchó.

Mi tierno alfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora