☰ROUND 5☰

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☰ Ian Parker ☰

—Vamos, Parker, no te enojes —dijo Vince frente a mí, mientras terminaba de envolver con calma las vendas en mis puños, como si creyera que aquello podría desviar mi atención de la situación.

El sudor frío que recorría mi espalda no era solo por el entrenamiento, sino por la confusión y la ira que aún bullían dentro de mí. Mis músculos estaban tensos, listos para estallar en cualquier momento. Me levanté bruscamente de la silla y lo encaré, mi paciencia había llegado al límite.

—¡Desperté en una maldita habitación del Caesar Palace con una mujer que no conozco! —grité, incapaz de contener la furia que me consumía—. ¡Esto es culpa tuya! ¿Qué carajo me diste anoche? Porque te juro, Vince, nunca en mi vida me ha pasado algo así solo por beber. ¡Tuviste que haber puesto algo en mi trago, ¿no?!

Vince, con esa expresión de desinterés que me volvía loco, se limitó a reír ligeramente, levantando las manos en un gesto de paz, como si intentara calmarme. Sin embargo, su tono era condescendiente, lo que no hacía más que avivar las llamas de mi ira.

—Tranquilo, hombre —dijo, con una sonrisa torcida, como si la situación fuera un chiste privado—. Quizá solo puse un poco de "chispa" en tu noche, para hacerla más interesante. Pero vamos, no me digas que no te lo pasaste bien. Esa chica con la que despertaste... era impresionante, ¿no? Hermosa como pocas.

Como si el hecho de que la chica fuera atractiva pudiera borrar el desastre en el que me encontraba. Sentí que mi estómago se revolvía por la pura vergüenza y la impotencia de no recordar nada. Esa sensación de haber perdido el control de mi vida, aunque fuera solo por una noche, era insoportable.

—¡No me importa si era hermosa o no! —exclamé, mi voz llena de frustración, mientras caminaba de un lado a otro, tratando de canalizar la energía que amenazaba con desbordarse—. ¡Amanecí en su cama y no tengo idea de lo que pasó anoche! ¡No sé ni quién es, ni qué hice! ¡Esto no es un juego, Vince!

Mis palabras salieron disparadas como dagas, pero él ni se inmutó. Seguía con esa actitud despreocupada, como si lo que estaba diciendo no tuviera la menor importancia. Me miró con una mezcla de diversión y paciencia, como si yo estuviera exagerando.

—No tienes que ponerte así, Ian —dijo, encogiéndose de hombros—. Solo fue una noche. Y ya sabes cómo es esta ciudad, todo se olvida aquí. Nadie recordará lo que pasó, ni siquiera ella.

Ese último comentario fue la gota que colmó el vaso. Lo miré directamente a los ojos, con una mezcla de rabia y desconcierto. ¿Cómo podía ser tan insensible?. El silencio entre nosotros se volvió denso, como una nube oscura que colgaba sobre nuestras cabezas. La tensión era palpable, y cada segundo que pasaba me hundía más en la inquietud. ¿Qué había hecho realmente anoche? ¿Quién era esa mujer con la que había despertado? .

El gimnasio, que momentos antes era un refugio de rutina, se había convertido en un escenario de incertidumbre. Vince se encogió de hombros nuevamente, como si mi preocupación no fuera nada más que paranoia.

—Vamos, Parker —dijo finalmente, con un tono relajado—. Esto no es para tanto. Si te preocupa tanto, solo ve al Caesar Palace y pregunta. O mejor aún, olvídalo y sigue con tu vida. Te aseguro que ella ya lo hizo.

—No lo entiendes, Vince —dije, bajando la voz pero con la rabia todavía en mi tono—. No es solo la chica. Es lo que me hiciste. No puedo recordar nada, y odio no tener el control de lo que hago.

Me quedé ahí, mirándolo, esperando alguna señal de arrepentimiento o, al menos, reconocimiento de lo que había hecho. Pero Vince, fiel a su estilo, simplemente sonrió, y eso me dijo todo lo que necesitaba saber.

GOLDEN JWAE - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora