GOLDEN JWAE - JK

☰ROUND 8☰

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El sonido insistente del celular irrumpió en el ambiente tenso, el nombre de Jimin brillando en la pantalla. Nayoung lo observó con el ceño fruncido, un nudo formándose en su estómago. No sabía si debía contestar o simplemente ignorarlo. Las llamadas de su prometido habían sido constantes toda la mañana, y cada una de ellas la llenaba de una inquietud que no podía sacudirse.

—Solo rechaza la llamada y ya, ¡es fácil! —le sugirió Jia con desdén mientras observaba cómo Nayoung vacilaba, mordiéndose el labio inferior.

—No puedo hacerlo, ha estado llamando desde la mañana. Si no contesto, va a ponerse peor —respondió Nayoung, alejándose de ellas y respirando hondo antes de aceptar la llamada.

El tono de voz de Jimin no le dio tregua desde el primer segundo.

—¡Vaya, hasta que me contestas! —espetó, su molestia palpable a través del teléfono.

—Lo siento, cariño. Es que la recepción aquí es un desastre —dijo Nayoung, tratando de sonar despreocupada, pero el temblor en su voz la delataba un poco.

—Está bien... —Jimin hizo una pausa, como si intentara controlar su irritación—. ¿Cómo te ha ido con tus amiguitas? —agregó, aún con cierto tono de desconfianza.

—Todo bien. La noche fue bastante tranquila, no hicimos mucho. Ahora vamos a dar un paseo en tractor por los viñedos —mintió, intentando sonar lo más casual posible mientras su corazón latía a mil por hora. Se mordía las uñas con nerviosismo, esperando que él no detectara algo raro.

—Eso espero —respondió Jimin con un suspiro—. Solo quiero que regreses entera

—No exageres, amor. Conoces a las chicas desde la universidad ellas me cuidan muy bien—replicó Nayoung con una sonrisa forzada, intentando aplacar su ansiedad.

—Justamente porque las conozco es que te lo digo. Especialmente a Jia, no confío en ella —dijo Jimin, su tono endureciéndose.

—Cariño, no quiero discutir esto ahora. Y menos por teléfono —pidió Nayoung, cerrando los ojos y masajeándose la sien, tratando de mantener la compostura.

—Ok, tranquila... solo lo mencionaba... —Jimin iba a continuar, pero de repente, un sonido brutal de cristales rompiéndose llenó el aire. Nayoung se estremeció. El estruendo fue tan fuerte que hasta Jimin pudo escucharlo al otro lado de la llamada.

—¿Qué fue eso? ¿Qué está pasando? —preguntó alarmado.

Nayoung miró con horror mientras varios hombres de aspecto peligroso irrumpían en el lugar, destruyendo todo a su paso, e iniciando una pelea violenta con los que ya estaban dentro. El caos se desató rápidamente, con gritos y golpes resonando a su alrededor. La sangre se le heló, y apenas podía procesar lo que estaba ocurriendo.

—¡Nayoung! ¿Qué demonios está pasando? —insistió Jimin, su voz cada vez más preocupada.

—No te preocupes, cariño... te llamaré después —dijo Nayoung rápidamente, colgando de inmediato antes de que él pudiera responder. Su corazón latía con tanta fuerza que pensó que explotaría.

Corrió hacia donde Jia y Minji se escondían detrás de unas máquinas, sus rostros pálidos por el miedo. El ruido de los golpes era ensordecedor, y los gritos de los hombres resonaban en todo el lugar.

—¿Qué demonios está pasando? —preguntó Nayoung, su voz temblando mientras se agachaba junto a ellas.

—¡No lo sé! ¡Mierda! —gritó Jia, con los ojos muy abiertos.