☰ROUND 48☰

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🥊


Los ojos del rubio la miraban con incredulidad y confusión, como si cada palabra que ella dijera le arrancara un pedazo de control sobre la situación.

—Tu historia es conmovedora —empezó ella, su voz firme pero llena de ironía—, y hasta cierto punto trato de comprenderte... pero te falta una parte importante. Tu codicia también hizo mucho daño a personas inocentes.

—¿Personas inocentes? —repitió él, su voz ahora cargada de enojo, como si no pudiera soportar la acusación—. ¿A quién o a quiénes te refieres?

Ella lo miró directamente a los ojos, sin miedo, y su respuesta fue clara.

—A Jungkook. Me refiero a él.

El rostro de Jimin se tensó al escuchar ese nombre, su mandíbula apretada como si quisiera reprimir la amargura que emergía de sus palabras.

—¿A tu amante? —espetó con veneno, dejando escapar una sonrisa cínica, pero la rabia en sus ojos lo traicionaba.

Ella se sorprendió por un instante, preguntándose cómo se había enterado, pero decidió no esconder la verdad.

—Sí —afirmó con firmeza, manteniendo su postura. El hecho de que no negara nada solo lo enfureció más, lo vio en sus ojos, en cómo sus manos se cerraban en puños.

—¡Tu amante! —repitió él, su voz más alta y agresiva—. Ese maldito... —pero antes de que pudiera continuar, ella lo interrumpió.

—Él fue alguien inocente —dijo, sin querer que Jimin se perdiera en sus celos—, alguien a quien tú y Haeri engañaron y trataron de matar.

El rostro de Jimin se oscureció aún más, la sorpresa momentánea revelando que ella sabía más de lo que esperaba. Pero rápidamente su expresión cambió a una mezcla de desprecio y desafío. Pensaba que Jeon le había contado todo, y eso le provocaba una amarga sensación de traición.

—Así que no te atrevas a ponerte en el papel de víctima —añadió ella, sintiendo que las emociones reprimidas finalmente salían a la superficie—. Porque también a mí me hiciste daño, Jimin. Me utilizaste. Solo me viste como una cantidad de dinero, una forma de alimentar tu codicia.

Él la miró en silencio por un momento, evaluando sus palabras. Luego, con un suspiro profundo, pareció rendirse a la verdad de lo que ella decía, pero no sin antes intentar mantener un control que lentamente se le escapaba.

—Sí, quizás al principio fue así —confesó, su voz baja, casi como si admitiera una verdad incómoda—. Solo te quería por el dinero que traías contigo, por lo que representabas. Todo lo que estaba a tu alrededor me parecía una oportunidad.
—¿Al principio? —preguntó, con desdén. Su mirada se volvió más fría, queriendo saber hasta dónde llegaba su sinceridad.

Jimin se acercó, reduciendo la distancia entre ellos, su voz perdiendo la dureza inicial, pero ganando en intensidad.

—Con el tiempo, eso pasó a un segundo plano —dijo, levantando una mano para intentar acariciar su rostro, pero ella se apartó bruscamente—. Dejé de ver el dinero. Solo quería tenerte a mi lado porque brillabas más que cualquier oro, más que todo lo que había conocido.

Ella sintió un tirón en su pecho, pero no dejó que sus palabras la ablandaran. Ya no. No después de todo.

—¿Y qué hiciste con todo eso? —preguntó con un tono cortante—. Porque me parece que, incluso si eso fuera verdad, lo destruiste tú mismo.

GOLDEN JWAE - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora