☰ROUND 33☰

147 13 0
                                    



☰Jeon Jungkook☰


El desayuno continuaba en silencio, solo interrumpido por el leve tintineo de los cubiertos y las tazas. La atmósfera se sentía tranquila hasta que el sonido insistente del celular de Nayoung rompió el equilibrio. Ella lo sacó de su bolso, y sus facciones se endurecieron al ver el nombre en la pantalla. No necesitaba decirme nada para que supiera de quién se trataba: Jimin.

—Es Jimin —dijo, con una voz que intentaba sonar neutral, pero yo noté la tensión en su tono. Asentí, mordiéndome el interior de la mejilla para no dejar que la incomodidad me traicionara. Ella limpió su garganta antes de contestar.

Mientras Nayoung hablaba, intenté concentrarme en mi desayuno, pero no pude evitar escuchar el tono suave y casi cariñoso con el que le hablaba. Aunque sabía que estaba fingiendo, sentí una punzada de molestia apoderarse de mí. Mi mandíbula se tensó al oír las palabras dulces que ella le dirigía. Algo en el hecho de que tuviera que actuar con él de esa manera, me molestaba. Era una molestia sutil, pero persistente.

Cuando colgó, Nayoung guardó su celular, dejando escapar un pequeño suspiro antes de mirarme de nuevo.

—Planea quedarse una semana aquí —informó, con el ceño ligeramente fruncido—. Me pregunto qué es lo que harán ahora... —añadió, pensativa, mientras yo terminaba de beber el café.

La observé detenidamente, su desconcierto evidente. Tenía la idea de lo que Jimin y Haeri podrían estar planeando..

—Yo sé lo que van a hacer —dije con voz firme, haciendo que Nayoung girara la cabeza hacia mí, con los ojos fijos y llenos de curiosidad.

—¿Tienen algo planeado? —preguntó, su interés evidente.

—Sí, están buscándome —respondí, viendo cómo sus ojos se abrían más por la sorpresa.

—¿Buscándote? ¿Ya saben que estás vivo? —su preocupación era palpable ahora, pero negué lentamente, lo que solo aumentó su confusión.

—No. Quizá ellos no lo sepan, pero están buscándome a mí de una forma diferente —expliqué, viendo cómo trataba de asimilar mis palabras.

—No te estoy entendiendo —admitió, su frente se arrugaba mientras trataba de juntar las piezas en su mente.

Sabía que tenía que explicarle lo que estaba haciendo con Haeri, el papel de los paquetes y la venganza que estaba ejecutando poco a poco. Así que comencé a contarle, paso a paso, cada movimiento que había realizado desde las sombras. Ella me escuchó sin interrumpirme, sus ojos atentos, absorbiendo cada detalle de mi plan.

—Entonces, la has estado atormentando todo este tiempo —dijo finalmente, cuando terminé de hablar. Su tono no era acusador, más bien parecía que lo comprendía. Asentí.

—No quiero que simplemente pague por lo que me hizo. Quiero que sienta cada gramo de culpa y remordimiento. Quiero que sufra, que se quiebre. Debe sentir lo mismo que yo sentí —dije con firmeza, mi voz baja pero cargada de determinación. Hablar de esto, expresarle lo que me movía por dentro, me liberaba, pero también me inquietaba. Quería que entendiera mi necesidad de venganza, no solo como un deseo vacío, sino como una forma de recuperar lo que me había arrebatado.

Para mi sorpresa, una sonrisa fría se dibujó en sus labios.

—Te entiendo perfectamente —dijo con calma, pero había una dureza en su voz—. De hecho, yo también tengo algo planeado para Jimin.

GOLDEN JWAE - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora