☰ROUND 34☰

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☰Kim Nayoung ☰

Acababa de reservar mi vuelo de vuelta a Daegu. El sonido de las teclas mientras confirmaba la reserva resonaba como un eco distante en mi cabeza, aún aturdida por todo lo que el detective me había revelado. Las palabras seguían pesando sobre mis hombros, cada frase parecía clavarse más profundo en mi mente. Aun así, traté de mantenerme firme, de no dejar que la inseguridad o el miedo se colaran en mis pensamientos. No podía permitirme flaquear, no ahora. Sabía que si Jungkook llegaba a notar cualquier indicio de debilidad en mí, su preocupación aumentaría y tal vez intentaría detenerme. Había algo en mí que me impedía mostrarme vulnerable frente a él. Quizá era orgullo, o el temor de que él viera en mí a una mujer derrotada, engañada, o peor aún, alguien que ahora estaba en la mira de personas dispuestas a todo por ambición. No quería ser vista como una víctima.

Cuando llegué al apartamento, el silencio me golpeó de lleno. Casi podía escuchar el eco de mis propios pasos resonando en las paredes vacías. Cerré la puerta con más fuerza de la necesaria, como si ese gesto pudiera sellar todo el dolor que estaba sintiendo. Pero no funcionó. Tan pronto estuve sola, las lágrimas empezaron a deslizarse por mis mejillas. No podía detenerlas. Había intentado ser fuerte, pero el dolor seguía ahí, recordándome lo frágil que era esta situación.

Durante unos minutos, me permití llorar, sintiendo cómo el peso de la traición y el miedo se derramaban en cada lágrima. Pero luego me detuve. Me sequé el rostro con un gesto decidido, recordando que ellos jamás derramaron una lágrima por todo el daño que hicieron. Park, Jimin, Haeri... ellos nunca se tentaron el corazón al causarme sufrimiento. Así que, ¿por qué debería hacerlo yo? Si algo me había enseñado esta vida era que el dolor no servía de nada. Las lágrimas no cambiarían el curso de lo que estaba a punto de suceder.

Sabía que mi plan para controlar a Jimin era arriesgado, extremadamente arriesgado. Jungkook no dejaba de decírmelo cada vez que tenía la oportunidad, y aunque sus advertencias resonaban en mi cabeza, no podía dejar que sus miedos interfirieran con lo que tenía que hacer. Lo lograría, de eso estaba segura. Jimin caería, y estaría bajo mi control. No me importaba lo que tuviera que hacer o hasta dónde debía llegar. El objetivo era simple: venganza. Ellos tenían que pagar, y yo no iba a detenerme hasta verlos caer.

Jungkook había empezado a atormentar a Haeri, y yo haría lo mismo con Jimin. No solo sufriría por lo que me hizo, sino que también pagaría por todo el daño que su ambición le había causado a otros. Él creía tener el control, pero pronto descubriría lo equivocada que era esa percepción.

Tratando de calmar mi mente, decidí darme un baño. Me sumergí en el agua caliente, permitiendo que el calor relajara mis músculos tensos. Mientras el vapor llenaba el baño, sentí cómo mi cuerpo, al menos por un breve momento, se liberaba de la presión que llevaba cargando todo el día. Cuando salí, me sentía renovada, con una mente clara y dispuesta a continuar con mi plan. Eran las doce de la noche, y aunque mi vuelo estaba programado para las diez de la mañana, necesitaba descansar. Quedaban pocas horas para el siguiente paso, y debía estar preparada para lo que venía en Daegu.

Justo cuando estaba a punto de meterme en la cama, el timbre del apartamento sonó, interrumpiendo el silencio. Me detuve en seco, sintiendo una oleada de confusión mezclada con un miedo repentino. Mi cuerpo se tensó al instante, y el sonido del timbre resonaba en mi mente como una señal de alerta.

—¿Quién puede ser a estas horas? —murmuré para mí misma, frunciendo el ceño.

El miedo me invadió de nuevo, esta vez más profundo. ¿Y si Jimin me había encontrado? ¿Si él ya sabía lo que estaba planeando y había decidido adelantarse? Caminé lentamente hacia la puerta, con el corazón latiéndome con fuerza en el pecho. Cuando escuché que alguien golpeaba la puerta, un sinfín de teorías comenzaron a circular en mi mente. ¿Era Jimin? ¿Había enviado a alguien para deshacerse de mí antes de que pudiera poner en marcha mi plan?

GOLDEN JWAE - JKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora