GOLDEN JWAE - JK

☰ROUND 37☰

☰Kim Nayoung☰

—¿Era necesario que vinieran las tres? —pregunté, mirando a mis amigas mientras tomaba asiento, tratando de mantener la calma, aunque por dentro sentía que todo se estaba desmoronando.

—¡Por supuesto que sí! ¡Somos tus jodidas amigas, Nana! —exclamó Minji, como si la situación no fuera lo suficientemente grave.

—Sí, además esto se trata de tu matrimonio, del infiel de tu marido —agregó Lía con un tono severo, como si fuera el único tema importante del momento.

Me invadió una sensación de ansiedad. Necesitaba asegurarme de que nadie más supiera lo que estaba ocurriendo.

—Díganme que nadie más, aparte de ustedes, sabe de esto, por favor —dije, con preocupación, mirando especialmente a Jia. Si esta noticia llegaba a oídos de mis hermanos o, peor aún, de mis padres, todo se iría al carajo. No estaba lista para enfrentar eso.

Jia levantó las manos, tratando de calmarme.

—Tranquila, solo se los comenté a ellas. Nadie más lo sabe —aseguró. Solté un suspiro de alivio, pero aún no podía confiar del todo.

—Pues más les vale no decir nada a nadie más —les advertí seriamente, dejando claro que no podía permitirme que esto se supiera.

Jia frunció el ceño y lanzó la pregunta que sabía estaba en sus mentes desde el principio.

—Bien, pero explícame, ¿por qué no has hecho nada aún contra el infeliz de Jimin? —preguntó Jia, en tono serio, sin dejarme escapar.

—¿Te vas a divorciar, verdad? —intervino Minji, mirándome con incredulidad.

—Imposible que sigas con él —añadió Lia, con la misma firmeza—. Siempre supimos que lo volvería a hacer.

Me froté las manos, sintiendo cómo la presión aumentaba.

—Si me dejan hablar, les diré —les dije, esperando a que se callaran y me dejaran explicarme.

—Escuchen, esto es algo que debo solucionar yo sola. Es mi matrimonio y lo resolveré, pero no quiero que nadie más se entere. Ustedes saben cómo es mi familia; si lo descubren, intervendrán, y no quiero eso. Quiero manejar esto a mi manera —les expliqué, tratando de sonar más segura de lo que realmente me sentía.

Minji arqueó una ceja, escéptica.

—¿Y cómo lo harás? —preguntó, esperando una respuesta sólida.

—Es algo que tengo planeado —dije, tratando de mostrar seguridad—. Pero lo único que puedo asegurarles es que él va a pagar por lo que me está haciendo.

Jia, siempre curiosa y algo entrometida, no pudo evitar preguntar.

—¿Qué tienes en mente? Somos tus amigas, necesitamos saberlo.Suspiré, sabiendo que no sería fácil convencerlas de mantenerse al margen.

—Porque son mis amigas y las conozco demasiado bien, es mejor que no lo sepan. Sé que alguna de ustedes podría hablar de más, y no me conviene que Jimin descubra que estoy enterada de su infidelidad —les advertí, observando la incomodidad en sus rostros.

Jia puso cara de indignación.

—Oye, me siento ofendida —protestó, cruzándose de brazos.

—Lo siento, pero es lo mejor. Además, Jia, eres de quien más temo que hable. Por eso les pido que, si ven o se topan con Jimin, hagan de cuenta que no saben nada. No quiero que sospeche