GOLDEN JWAE - JK

☰ROUND 6☰

🥊

Las cuatro mujeres, ahora algo más calmadas, estaban sentadas en una de las mesas frente a la alberca del hotel, intentando recomponerse después del caos de la noche anterior. La luz del día daba un respiro a la pesadilla que habían vivido.

—Okey, oigan, tenemos que deducir esto —dijo Jia, tomando una pluma y una hoja de notas. Su tono de voz era decidido, aunque sus manos aún temblaban ligeramente—. A ver, ¿qué es lo último que recuerdan de anoche?

Minji, que se había puesto unas gafas para proteger sus ojos de la resaca, respondió con dificultad.

—Lo primero que recuerdo es que fuimos a la azotea y tomamos unos shots de Jägermeister —dijo, claramente afectada por la resaca. Nayoung, al escuchar la mención del alcohol, se llevó la mano a la boca, sintiendo un revuelto en su estómago.

—Y luego cenamos en The Pals —añadió Jia mientras anotaba rápidamente en la hoja de notas.

—Después jugamos a los dados en el Hard Rock, y creo que hasta ese momento estábamos más o menos en control —comentó Lia, mientras tomaba un café fuerte, intentando aliviar su dolor de cabeza.

—Pues, ¿saben qué? No recuerdo ni siquiera que fuimos a cenar —dijo Nayoung, la desesperación en su voz clara y evidente.

—¡Ya sé! ¡Qué maldita cruda! —exclamó Jia, dejando caer la pluma sobre la mesa y llevándose las manos a la cabeza, frustrada—.

—Después del Hard Rock se me nubló todo el cielo —dijo Minji riendo levemente. Nayoung la miró mal, incrédula por la actitud despreocupada de Minji, como si la situación fuera un chiste.

—Okey, tenemos recuerdos hasta las 10 de la noche, así que hubo unas 12 horas en las que es posible que Nayoung se haya casado con ese desconocido —explicó Jia mientras revisaba la hoja llena de anotaciones.

—¿Y esto? ¡Dios, es un condón! —dijo Minji, sacando un pequeño paquete de sus bolsillos.

—¡Qué mierda, Minji! —exclamó Nayoung, ahora visiblemente alterada.

—No, esperen, revisen sus bolsas o bolsillos, puede que haya pistas —dijo Jia, intentando mantener la calma. Todas comenzaron a revisar sus pertenencias. Nayoung encontró solo unas mentas, su celular (con muchas llamadas perdidas de su novio), un labial y algo de dinero. Sin embargo, lo que realmente llamó su atención fue algo que brillaba en el fondo de su bolso. Lo sacó y vio que era un anillo que parecía de juguete. No entendía qué hacía allí, pero al mirar más de cerca la foto de la boda, notó que ella y el desconocido llevaban el mismo anillo.

—Mierda —susurró Nayoung entre dientes, comprendiendo la conexión con su matrimonio involuntario.

—Aquí hay un recibo de un cajero a las 11:05 por 800 dólares —dijo Minji, mirando el pequeño papel—. ¡Ya valió madres!

—Yo tengo un boleto de valet del Caesars, creo que llegamos a las 5:15 a.m. —dijo Lia, arrugando el papel en su mano.

—¡Carajo! ¿Manejamos anoche? —dijo Jia, agarrándose la cabeza con preocupación.

—Jaja, manejar ebrias, un clásico —dijo Minji, mientras Nayoung reía con sarcasmo ante la ironía de la situación.

—¿Y eso? —preguntó Nayoung, mirando la muñeca de Jia, donde llevaba una cinta de hospitalización—. ¿Estuviste en un hospital?

—Sí, creo que sí —confirmó Jia, con una expresión preocupada.

—¡¿Qué mierda pasa?! —exclamó Nayoung, la ansiedad en su voz evidente.