Uniendo fuerzas

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La lluvia caía en hilos densos sobre la ciudad, creando una cortina gris que envolvía los edificios con una capa de nostalgia y frío. En el pequeño café donde Jimin había citado a Jin, la atmósfera era cálida, casi acogedora. Las luces amarillentas parpadeaban levemente, como si respondieran al viento que azotaba los ventanales.

Jin miraba su taza de café con una mezcla de incomodidad y curiosidad. Desde su inesperado encuentro con Jimin, no había dejado de pensar en las pocas palabras que habían intercambiado. Jimin era diferente a los demás; había algo en su mirada que le hacía sentir comprendido, aunque no entendía del todo por qué. Quizá era porque sabía que Jimin y Yoongi compartían una amistad peculiar, una conexión que iba más allá de lo convencional. Y eso lo intrigaba.

—Gracias por venir —dijo Jimin con una sonrisa sincera mientras se acomodaba en su asiento, mirando a Jin con un interés genuino—. Sé que puede ser raro que te haya citado así de repente.

Jin asintió lentamente, intentando descifrar las intenciones de Jimin.

—No te preocupes, está bien —respondió con cautela—. Me sorprendió, pero también... creo que necesitaba hablar con alguien.

Jimin sonrió, como si esperara esa respuesta.

—Es normal sentirse perdido cuando te encuentras en medio de un huracán de emociones —comentó con suavidad—. Yoongi... —hizo una pausa, midiendo sus palabras— me habló un poco sobre tu historia. Sé que no fue fácil para ti.

Jin se tensó ligeramente, pero el tono de Jimin era tranquilizador, sin juicio alguno.

—Sí... No ha sido fácil —murmuró Jin, mirando la lluvia a través del cristal—. Pero tú y Yoongi parecen tener una relación... especial. ¿Cómo lo conociste?

Jimin se inclinó hacia adelante, como si lo que estaba a punto de decir fuera un secreto compartido.

—Yoongi y yo... nos conocimos en circunstancias que no fueron las mejores, pero nos ayudamos mutuamente cuando más lo necesitábamos. Yo intenté ser su apoyo, aunque él es terco y orgulloso —rió suavemente—. Creo que a veces necesita a alguien que lo comprenda, alguien que lo escuche sin juzgar. Eso es lo que trato de hacer.

Jin lo miró, sintiendo una conexión instantánea con la sinceridad de Jimin.

—Es difícil imaginarlo aceptando ayuda de alguien —dijo, más para sí mismo que para Jimin—. Yoongi parece tan... fuerte, pero también tan roto.

Jimin asintió.

—Lo es. Ambos lo somos, creo. —Suspiró—. Y no te voy a mentir, también tengo mis demonios, Jin. A veces, cuando la vida nos golpea fuerte, lo único que podemos hacer es encontrar a alguien que nos entienda... o al menos que lo intente.

Jin sintió un nudo en la garganta. Había algo en las palabras de Jimin que resonaba profundamente con él.

—¿Y cómo lo haces? —preguntó—. ¿Cómo logras... vivir con eso?

Jimin sonrió suavemente, un destello de tristeza en sus ojos.

—No siempre lo hago bien. Pero creo que es importante encontrar personas que te recuerden que aún tienes cosas por las que vale la pena seguir. —Hizo una pausa, como si dudara en continuar, pero luego añadió—: Como Taehyung, por ejemplo.

Jin se enderezó, interesado.

—¿Taehyung? —preguntó—. ¿Él... también está involucrado en todo esto?

Jimin rió suavemente, asintiendo.

—Taehyung es... alguien que ha tenido un papel importante en todo esto, aunque no siempre lo sepa. Es cercano a Jungkook, así fue como nos conocimos. —Miró a Jin con atención—. Y sé que también está cerca de Namjoon. Te diré algo... creo que Taehyung influyó para que Namjoon intentara entenderte mejor.

Desde los cimientos (Yoonjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora