Verdades ocultas, corazones rotos

19 4 0
                                    



La atmósfera en la oficina estaba cargada de una tensión casi palpable. Desde que Yoongi había comenzado a notar inconsistencias en los documentos, su mente no había tenido un momento de descanso. A menudo, se encontraba distraído, su mirada perdida en algún punto invisible mientras su cerebro procesaba la información que tenía frente a él. No podía sacudirse la sensación de que algo grande estaba a punto de revelarse, algo que podría cambiar todo lo que había creído saber sobre el pasado y el dolor que cargaba en sus hombros desde hacía tantos años.

Mientras la fotocopiadora continuaba su monótono zumbido, Yoongi se detuvo de nuevo en los documentos que sostenía. El nombre del socio de su padre, el hombre que había asumido la culpa por el derrumbe que destrozó su vida y la de su familia, aparecía repetidamente en los papeles que sostenía. Al principio, pensé que podía ser una coincidencia, pero las coincidencias habían comenzado a parecer demasiado a patrones. Su corazón se aceleraba con cada descubrimiento, cada pista que se conectaba con otra.

Finalmente, no pudo soportarlo más y tomó su teléfono. Marcó rápidamente el número de Taehyung, sus dedos temblando ligeramente.

—Tae, necesitamos hablar —dijo con voz tensa cuando su amigo contestó—. Creo que hay algo en estos documentos... algo relacionado con lo que pasó hace años.

Taehyung, siempre perceptivo, notó de inmediato la urgencia en la voz de Yoongi. No había broma ni tono relajado; Esto era serio. Sabía que Yoongi no era del tipo que se preocupaba sin razón, así que decidió tomarlo en serio.

—Claro, Yoongi, dime todo —respondió Taehyung, tratando de mantener la calma.

Yoongi le explicó en detalle lo que había encontrado: las irregularidades, los nombres, las fechas. A medida que hablaba, Taehyung sintió un nudo formándose en su estómago. Había algo extraño, una sensación de déjà vu que no podía ignorar.

—Voy a revisar todo esto personalmente —prometió Taehyung—. Quiero asegurarme de que estamos viendo lo mismo. Esto es importante, Yoongi... lo es para ti, para todos.

—Gracias, Tae —respondió Yoongi, su voz temblorosa—. No sé qué haría sin ti...

Taehyung asiente ligeramente, aunque su mente ya estaba trabajando a toda marcha.

—Lo averiguaremos juntos, ¿vale? Mantente fuerte, amigo.

Los siguientes días fueron una vorágine de actividad para Taehyung. Pasó largas horas en su oficina, revisando documentos antiguos y nuevos, comparando registros, buscando cualquier cosa que pudiera corroborar o refutar las sospechas de Yoongi. Cada nuevo descubrimiento lo llenaba de una mezcla de esperanza y temor. Esperanza de que finalmente podría limpiar el nombre del padre de Yoongi, pero temor de lo que esa verdad podría costar.

Después de varias noches sin dormir, por fin llegó al corazón del misterio. Las irregularidades que Yoongi había detectado en los documentos recientes coincidían exactamente con las del derrumbe de hace años. Pero el verdadero golpe llegó cuando el nombre del padre de Namjoon y Jungkook comenzó a aparecer con más frecuencia de la que sería razonable. Los detalles, los movimientos financieros, los permisos concedidos bajo condiciones cuestionables... todo apuntaba a una sola conclusión.

Taehyung se hundió en su silla, sintiendo cómo su corazón se rompía con cada nuevo dato. Recordó las conversaciones con Namjoon, su ex, cuando todavía eran pareja. Namjoon le había mencionado alguna vez sus sospechas sobre los negocios de su padre, pero lo había dicho como quien lanza una idea al viento, sin darle demasiado peso.

Pero ahora, con todos los documentos frente a él, Taehyung comprendió que Namjoon sabía más de lo que había admitido. Las pruebas eran abrumadoras: el padre de Namjoon y Jungkook no solo había sido responsable de las irregularidades que llevaron al derrumbe, sino que había utilizado su influencia y poder para culpar a un hombre inocente y proteger su reputación.

Taehyung no perdió tiempo en buscar a Namjoon. Lo encontró en la cafetería de la empresa, un lugar donde solían pasar tiempo juntos cuando aún eran pareja. Namjoon, al verlo acercarse con una expresión seria, sintió una punzada de ansiedad en el pecho.

—Tae, ¿qué sucede? —preguntó Namjoon, tratando de sonreír pero notando la gravedad en los ojos de Taehyung.

Taehyung se sentó frente a él, sin decir una palabra al principio. Respiró profundamente, buscando las palabras correctas.

—Namjoon, necesito que seas completamente honesto conmigo —dijo finalmente, su voz más baja de lo habitual—. ¿Sabías algo sobre el derrumbe, sobre lo que hizo tu padre?

Namjoon sintió que su estómago se hundía. Se quedó en silencio por un momento, su mente luchando por decidir si debía decir la verdad o proteger a su familia una vez más.

—Tae... yo... tenía algunas sospechas, sí. Sospechaba que había algo turbio en los negocios de mi padre, pero nunca tuve pruebas. Nunca pensé que él... —Namjoon hizo una pausa, su voz quebrándose—. Nunca pensé que él fuera capaz de algo tan terrible.

Taehyung presionó los labios, su decepción clara en su rostro.

—¿Y por qué no dijiste nada? ¿Por qué no investigaste, al menos por respeto a las personas que sufrieron? —replicó Taehyung, con una mezcla de dolor y rabia en su voz.

Namjoon tragó saliva, sintiendo que las lágrimas se acumulaban en sus ojos.

—Tenía miedo... miedo de enfrentar lo que podría significar, miedo de lo que haría a mi familia. No quería que nadie más sufriera por mi culpa —respondió, con la voz temblorosa.

Taehyung se levantó, su corazón latiendo con furia.

—Tu silencio ha causado más sufrimiento del que crees, Namjoon. Esto no se quedará así.

Taehyung se dirigió a donde estaba Yoongi, su mente ya maquinando cómo contarle lo que había descubierto. Sabía que esta verdad iba a sacudir a Yoongi hasta lo más profundo, pero también sabía que él tenía derecho a saberlo.

Encontró a Yoongi en su escritorio, con una pila de papeles a su lado, sonriendo tímidamente mientras hacía copias.

—Yoongi, necesito hablar contigo... ahora —dijo Taehyung en un tono que no dejaba lugar a discusiones.

Yoongi, notando la urgencia en la voz de Taehyung, dejó lo que estaba haciendo y lo siguió hasta una sala de reuniones.

—Tae, ¿qué pasa? ¿Es sobre lo de los documentos? —preguntó, sintiendo cómo su estómago se revolvía de ansiedad.

Taehyung tomó aire, sintiendo el peso de las palabras que estaba a punto de decir.

—Sí, Yoongi. Encontré algo... algo que cambia todo. Las irregularidades que notaste... son las mismas que llevaron al derrumbe hace años. Y, Yoongi... —hizo una pausa, dándole tiempo para prepararse—. El responsable no fue tu padre. Fue el padre de Namjoon y Jungkook.

El rostro de Yoongi se transformó en una mezcla de sorpresa, dolor y una súbita claridad.

—¿Qué... qué estás diciendo? —murmuró Yoongi, sintiendo que su mundo se tambaleaba.

Taehyung ascendió, su expresión llena de dolor y empatía.

—Tu padre fue una víctima. El padre de Namjoon encubrió todo, culpó a tu padre para protegerse y proteger su reputación. Yoongi, lo siento tanto.

Yoongi sintió que las lágrimas comenzaban a llenar sus ojos, pero las contuvo. Después de tantos años de cargar con una culpa que no le pertenece, esta revelación lo golpeó como un golpe al pecho.

—Así que... todo este tiempo, mi familia sufrió por nada... —susurró, con la voz quebrada.

Taehyung, sintiendo el dolor de su amigo, lo tomó por los hombros.

—Yoongi, vamos a arreglar esto. Haremos que se haga justicia. No estás solo en esto.

Yoongi ascendió, con determinación en sus ojos.

—No, no lo estoy. Esta vez, vamos a luchar. Y no pararemos hasta que la verdad salga a la luz

Desde los cimientos (Yoonjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora