Jin encuentra apoyo

21 5 0
                                    


Jin se sentía exhausto. Desde el encuentro con sus padres en la calle la noche anterior, no había podido dejar de pensar en las palabras de su madre, el desdén en su voz y la frialdad con la que ambos lo habían tratado. Recordaba el dolor en sus ojos y la forma en que su madre había pronunciado la palabra "amigo" con desprecio. No le sorprendía, pero dolía. Dolía mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir.

Se había refugiado en la oficina para evitar pensar en ello, pero el silencio lo hacía sentir aún más atrapado en su propia mente. No podía concentrarse, sus pensamientos eran un remolino de emociones y dudas. Necesitaba hablar con alguien, alguien que no solo escuchara, sino que entendiera.

Jin tomó una respiración profunda y buscó el número de Namjoon en su teléfono. Desde el inicio del proyecto, Namjoon se había convertido en algo más que un colega; era un confidente, alguien con quien Jin podía ser él mismo. Namjoon siempre había mostrado una comprensión profunda de las luchas internas de los demás, y Jin sabía que él entendería.

—¿Nam? —dijo Jin al escuchar el familiar "hola" al otro lado de la línea—. Necesito hablar contigo... ¿tienes tiempo?

Namjoon percibió de inmediato el tono en la voz de Jin, un tono que rara vez había escuchado: uno de vulnerabilidad.

—Claro, Jin. Puedo pasar por la oficina en unos minutos.

—Gracias... —Jin respondió, sintiendo un alivio instantáneo.

Unos minutos después, Namjoon apareció en la oficina de Jin, trayendo consigo una calma reconfortante. Se sentó frente a él, cruzando las piernas y esperando a que Jin encontrara las palabras adecuadas.

—Tuve un encuentro... incómodo con mis padres anoche —comenzó Jin, sin rodeos—. Yoongi estaba conmigo.

Namjoon asintió lentamente, como si estuviera juntando las piezas en su mente. Sabía de la compleja relación de Jin con sus padres y de cómo siempre habían ejercido presión sobre él para que siguiera un camino definido, uno que no incluía reconstruir su vida en medio de un proyecto desafiante, y mucho menos involucrarse emocionalmente con alguien que no encajaba en su "perfil" de éxito.

—¿Qué dijeron? —preguntó Namjoon con suavidad.

Jin suspiró, recordando el encuentro.

—Insinuaron que estoy perdiendo el tiempo... que debería enfocarme en "proyectos más importantes" —dijo, usando un tono imitando las palabras de su madre—. No aprobaron que Yoongi estuviera conmigo. Aunque no lo dijeron directamente, sus miradas lo dijeron todo.

Namjoon escuchó en silencio, permitiendo que Jin hablara. Después de un momento, inclinó su cabeza hacia un lado, pensando cuidadosamente en lo que iba a decir.

—Jin, sé que tus padres siempre han tenido expectativas muy altas para ti. Expectativas que, francamente, no parecen considerar lo que tú realmente deseas. —Hizo una pausa y luego continuó—: Pero, ¿has pensado en lo que realmente quieres? No lo que ellos quieren, sino lo que tú necesitas para ser feliz.

Jin dejó escapar una risa amarga.

—Eso es lo que Yoongi me dijo también... pero es más fácil decirlo que hacerlo, Nam. Ellos son mi familia. No puedo simplemente ignorar sus expectativas.

Namjoon asintió, comprendiendo. Pero luego, sus ojos se llenaron de una determinación suave.

—No digo que sea fácil, Jin. Nunca lo es. Pero, si no vives para ti mismo, nunca podrás encontrar esa paz interior que tanto buscas. He visto cómo trabajas, cómo te apasiona este proyecto, y cómo cambias cuando hablas de Yoongi. Se nota que él te importa... más de lo que admites.

Jin bajó la mirada, su corazón latiendo más rápido de lo normal. No había hablado de esto tan abiertamente con nadie, y el simple hecho de escucharlo en voz alta lo hacía sentir vulnerable, expuesto.

—Yoongi es... diferente —admitió lentamente—. Hay algo en él que... me hace querer ser mejor. Pero no sé si estoy listo para enfrentarme a mis padres por esto. Ya saben cómo son.

Namjoon sonrió.

—Lo sé, pero también sé que eres más fuerte de lo que piensas. Y no tienes que hacerlo solo. Estamos aquí para apoyarte, Jin. Jungkook también está dispuesto a ayudarte, si lo necesitas.

Jin levantó la mirada, sorprendido.

—¿Jungkook? ¿En serio?

Namjoon asintió con una sonrisa tranquila.

—Claro. Él entiende más de lo que aparenta. Siempre está dispuesto a apoyar a sus amigos, y sabe cuánto significas para él... y para Yoongi también. ¿Por qué no hablas con él?

Jin se sintió un poco más aliviado, asintiendo lentamente. Namjoon tenía razón. Jungkook siempre había sido alguien en quien podía confiar, alguien que, a pesar de su juventud, mostraba una madurez sorprendente cuando se trataba de apoyar a los demás.

—Tal vez debería hablar con él... —murmuró Jin.

—Definitivamente deberías —respondió Namjoon, sonriendo de nuevo—. Y recuerda, no estás solo en esto. Tienes a tus amigos para apoyarte. Yoongi es afortunado de tenerte a su lado. Y nosotros también.

Jungkook llegó al apartamento de Jin con una bolsa de comida para llevar y una expresión relajada. Sabía que algo estaba pasando por la forma en que Namjoon le había pedido que hablara con Jin. No le había dado muchos detalles, pero podía sentir que era algo importante.

—¡Jin! ¡He traído comida! —gritó Jungkook desde la puerta mientras entraba.

Jin apareció desde la cocina, un poco más relajado, pero aún con cierta tensión en su rostro.

—Gracias, Jungkook... —dijo mientras lo invitaba a pasar—. Necesitaba un poco de compañía.

Jungkook asintió, sentándose en el sofá y abriendo la bolsa.

—Namjoon me dijo que habías tenido un mal día —comentó mientras sacaba los envases de comida—. ¿Quieres hablar de eso?

Jin se sentó a su lado y suspiró profundamente.

—Mis padres... nos encontramos anoche. Yoongi estaba conmigo. Y fue... difícil.

Jungkook levantó la vista, sorprendido.

—¿Difícil cómo?

Jin le contó sobre el encuentro, sobre las palabras de sus padres y cómo se sintió. Jungkook lo escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando, mostrándole que estaba realmente interesado en entenderlo.

—Entiendo... —dijo finalmente cuando Jin terminó de hablar—. Tus padres parecen ser muy estrictos. Pero, Jin, no puedes dejar que su visión del mundo defina la tuya. Yoongi es importante para ti, ¿verdad?

Jin asintió lentamente, sintiendo una extraña calidez al admitirlo.

—Sí, lo es.

Jungkook sonrió.

—Entonces, lucha por él. Y por ti mismo. Nadie más tiene que vivir tu vida, Jin, solo tú.

Jin sintió una oleada de emoción al escuchar esas palabras, encontrando un renovado sentido de propósito. Sabía que Namjoon y Jungkook tenían razón. No estaba solo en esto.

Estaba listo para comenzar a luchar por lo que realmente quería, no solo para complacer a los demás, sino para encontrarse a sí mismo en el proceso.

—Gracias, Jungkook —dijo finalmente, sonriendo sinceramente—. Gracias por estar aquí.

Jungkook le dio un pequeño empujón amistoso en el hombro.

—Siempre, hyung. Siempre.

Desde los cimientos (Yoonjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora