El murmullo de una canción entonada con dulzura ponía la banda sonora a aquella alcoba llena de luz.
Un aroma a vegetación salvaje, un tinte dulce desconocido y el familiar de una presencia femenina.
Un movimiento suave, cuidadoso y cargado de afecto, el mecer de un cuerpo que encuentra en aquel ligero baile un patrón que le induce al sueño.
—Iônneg vain nín, anírannog i linnathon dîn melui an le? (Mi pequeño príncipe, ¿quieres que mamá te cante su historia favorita?)
Un gorgoteo infantil, inocente, se hace escuchar. Una risa cantarina calma al inquieto niño.
"En los días antiguos, cuando la Tierra Media aún era joven y las estrellas brillaban con un resplandor puro y sin mácula, existía un joven caballero llamado Aldarion. Era conocido en toda la tierra por su valentía y nobleza, pero su corazón estaba siempre anhelante, buscando algo más allá del mundo de los hombres.
Una noche, mientras Aldarion cabalgaba bajo el manto estrellado, su mirada se encontró con una estrella que parecía brillar más intensamente que las demás. Se decía que esa estrella era la propia Elbereth, la Reina de las Estrellas, la protectora del amor y de las causas imposibles. Su luz era deslumbrante, su presencia valiente y su belleza inigualable.
Aldarion, osado y lleno de pasión, se enamoró perdidamente de la estrella. Cada noche, contemplaba el cielo, dedicando sus pensamientos y su corazón a Elbereth. Su amor era tan profundo que, un día, Elbereth misma escuchó su ferviente anhelo y, tocada por su devoción, descendió a la tierra en una forma etérea.
Bajo el resplandor de las estrellas, Aldarion y Elbereth se encontraron. Sus almas se unieron en un amor puro y eterno. Decidieron huir juntos, escapando del ojo vigilante de los Valar, buscando un lugar donde su amor pudiera florecer sin obstáculos.
Pero los Valar, señores del destino, pronto descubrieron su intento. En su sabiduría y poder, no podían permitir tal desafío al orden establecido. Así, con gran pesar, separaron a los amantes. Aldarion fue desterrado al mundo de los hombres, despojado de todo recuerdo de su amada estrella. Vagó por la tierra con un vacío en su corazón, sin saber qué era aquello que le faltaba, pero siempre mirando al cielo, sintiendo una atracción inexplicable hacia la estrella más brillante del firmamento.
Elbereth, en su tristeza, fue devuelta al cielo, prisionera de la noche, condenada a brillar sin su amado. Sin embargo, su amor por Aldarion era tan poderoso que ni siquiera los Valar pudieron romper completamente su vínculo. Ella seguía observándolo desde el cielo, enviándole su luz como un susurro de esperanza.
Aldarion, sin recordar, pero sintiendo en lo más profundo de su ser el eco de su amor perdido, cada noche elevaba sus plegarias al cielo, deseando con todo su corazón encontrar aquello que su alma anhelaba. Elbereth, tocada por la devoción constante de Aldarion, decidió intervenir.
Desde su celestial prisión, Elbereth, la protectora del amor y las causas imposibles cumplió sus plegarias. En una noche de luna llena, mientras Aldarion miraba fijamente a la estrella, un rayo de luz descendió del cielo, envolviéndolo en un resplandor cálido y reconfortante. En ese instante, todos los recuerdos regresaron a él, y sintió en su corazón la presencia de Elbereth.
Aunque separados físicamente, su amor brillaba eternamente. Cada noche, Aldarion miraba al cielo, sabiendo que su amada estrella, Elbereth, lo observaba y protegía. Y así, su amor trascendió el tiempo y el espacio, convirtiéndose en una leyenda eterna, un testimonio del poder del verdadero amor y de la esperanza que nunca muere.
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Blyana {El Señor De Los Anillos ~ Legolas} // #PGP2023
FanficEntre los apacibles parajes de la Comarca, el Anillo Único ha sido hallado. Los engranajes de la guerra comienzan a cobrar velocidad. Las diferentes razas de la Tierra Media corren peligro. Y un humilde hobbit es su salvación. Blyana se ve envue...