Ninguno de ellos podía negar que, tras la intervención de Blyana, el ambiente se había enrarecido.
Los soldados de la guardia de Lórien se mantuvieron en la misma posición, apenas sorprendidos. Sus ojos se mantenían fijos en las dos figuras que ellos, ya sabían, eran familiares. Todos ellos conocían a la joven y sabían sobre su autoexilio. Por ello les resultaba igual de chocante su repentina aparición en sus bosques, como un recuerdo difuso por el tiempo que reaparece sin esperarlo.
Por su parte, en la Compañía estaban divididos en cuanto a las nuevas revelaciones.
Aragorn y Legolas fueron los únicos que entendieron a la mujer, puesto que eran los únicos con conocimiento de la lengua élfica. Los demás, simplemente sabían que algo extraño sucedía por el pesado ambiente que parecía haberse instaurado.
Luego, además, ajenos al resto, los dos implicados continuaban sin apartar la mirada del otro.
Blyana no iba a negar lo evidente. Estaba aterrada.
Ver de nuevo a su tío, apenas cambiado desde la última vez, le generaba un hormigueo en el estómago. Vio de nuevo esos ojos gemelos a los propios, de un ámbar intenso que caracterizaban a su familia paterna. En ellos entrevió un cúmulo de emociones tan dispares como intensas. Su rictus, serio como era habitual, tampoco ayudaba a calmar su estado de nerviosismo.
El momento de enfrentar las consecuencias de sus actos había llegado y, sin duda, no se sentía preparada.
—¿Alguién sabe qué está pasando?
El audible murmullo de Merry pareció romper el clima de tensión de un plumazo.
Haldir pestañeó, como quien despeja la bruma de sus pensamientos y despierta de un indefinido letargo. Alejó la mano de la empuñadura de su daga y la alzó en dirección a Blyana. Sus gestos eran lentos, como si temiese que ante el movimiento la figura de ella se desvaneciese cual mera ilusión. Cuántas veces ella se había esfumado en sus más inquietantes sueños. Pero eso no pasó.
Cuando los dedos de él lograron acariciar la tibia tez de la joven, la máscara de indiferencia que cubría su rostro cayó.
—Amarië.
Sus dedos dibujaron el perfil de ella, absortos en sus tan reconocidas facciones. Era igual que su joven sobrina, pero parecía ligeramente cambiada. Más mayor, tal vez, más curtida por el sol. No sabía. Pero sus ojos, ahora teñidos de arrepentimiento, seguían siendo los mismos.
—Tôr-adar (tío)—respondió ella, dejándose acariciar.
El elfo sintió como su corazón saltaba en su pecho al volver a oírla y, sin pensarlo siquiera, la atrajo a sus brazos.
Blyana quedó aprisionada en el fuerte abrazo de su tío. Sentía su corazón palpitar y, sintiéndose en casa de nuevo, cerró los ojos y se dejó embargar por su aroma a bosque y a hogar. Envolvió con fuerza sus brazos alrededor de su espalda y sintió como él acariciaba su cabeza.
—He vuelto— susurró contra su cuello, aferrándose a él—, ya estoy en casa.
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Blyana {El Señor De Los Anillos ~ Legolas} // #PGP2023
Fiksi PenggemarEntre los apacibles parajes de la Comarca, el Anillo Único ha sido hallado. Los engranajes de la guerra comienzan a cobrar velocidad. Las diferentes razas de la Tierra Media corren peligro. Y un humilde hobbit es su salvación. Blyana se ve envue...