| CAPÍTULO 27 |

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"Campamento."
"Parte: 4"

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| Narra Alex |

No estaba pensando claro, pero sentir sus labios moverse junto a los míos me estaba volviendo loco.

Sin poder pensar en algo más que eso profundice el beso. Sentí como sus manos se pusieron en mi cuello acariciando un poco.

Fue un leve recuerdo de que no podía ser tan... Duro.

Antes de poder perder el sentido común detuve el beso muy suavemente. La miré e instantáneamente ella se colocó roja, no hacía falta tener las luces encendidas para notarlo.

«Que tierna...»

— Emm... — Me di cuenta que ella no sabía que decir.

— No se lo digas a nadie, guarda el secreto...

(...)

Minutos atrás.

Estar al lado de Astrid me estaba incomodando un poco, al parecer esta chica no entiende las indirectas de que no la quiero cerca de mí. Decirlo directamente me daría problemas a futuro, así que no podía evitar estarme cuestionando a mi mismo.

Voltee hacia la cabaña sin decir ni una palabra. Astrid hablaba y yo ni siquiera estaba teniendo la decencia de escucharle. Ví a Caroline en la ventana, estaba viendo hacia dentro, estaba bastante lejos pero aún así sabía que su expresión no era de felicidad.

— ¿Entonces... Alex? ¿Qué opinas?

— ¿De que exactamente? — Me voltee para mirarla.

— De lo que te estoy hablando...

«¿Qué le puedo decir?» Por obvias razones no le podía responder que no estaba escuchandola. «Pero si sigue hablando con esa voz me va a quemar cualquier sentido de mortalidad...»

Antes de poder encontrar algo que decirle escuchó claramente como salen de la cabaña. Instintivamente voltee bastante discreto, ví a Caroline salir sola. Iba en dirección de la nuestra cabaña, sin embargo iba sola.

Me puse de pie tranquilamente.

— Hablamos luego, tengo algo que hacer...

Empece a caminar en la misma dirección por donde ella acababa de irse... Mis pasos eran silenciosos, evitar que las pisadas suenen en las piedras era sencillo.

No podía ver su rostro, pero la forma nerviosa en la que sus manos se movían me daba a entender que no estaba muy bien... Ya la había observado, sabía ese patrón repetitivo cuando esta incómoda o no se siente bien.

Tenía la sensación de que lo mejor era que no me vea... Al menos por ahora, me desvíe del camino apedreado, pasando directamente por el bosque observandola para asegurarme que nadie se le acerque.

En un momento la ví incómoda subiendo. La temperatura había bajado de nuevo, se veía que apenas procesaba que se había ido sola.

Por la altura era normal la poca niebla que había hacia abajo y el clima frío, perfectamente con esta vista puede parecer película de terror. Después de la una de la tarde es muy difícil que el sol siga con potencia.

Caroline | Only You |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora