Caroline | Only You |

| CAPÍTULO 29 |

"Campamento"
"Parte: 6"
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|Narra Caroline |

Ellos me seguían mirando en silencio sin decir ni una palabra.

— No es nada... — Me responde Alex haciéndome mirarlo.

— ¿No lo es? — Fruncí el ceño para voltear hacia Nils. — ¿Y tú?

— Es solo un daño colateral... — Murmura en respuesta. — No es nada... Grave.

Quité mi mirada de ambos pasando a ver al frente... Me quedé algo pensativa mirando en dirección de la ventana arriba de la cama de Silas.

No tenía nada de frío, eso no era normal...

— ¿Les duele? — Pregunté comenzando a alejar mis manos de ellos, pero me detuvieron al tiempo evitando que mi mano pueda alejarse.

— Un poco, pero si te quedas ahí se me quitará... — La voz de ambos resonó.

— ¿Eh?

Antes de poderme darme cuenta mis manos se quedaron justo donde estaban.  Mi mano en la de Nils y la otra en la mejilla de Alex.

No iba a quejarme, sin embargo me dolió mi costado derecho causandome dolor.

— ¿Estás bien? — Pregunta Alex al instante.

— ¿Respiras bien o lo sientes demasiado pesado? — Pregunta Nils.

Aleje mis manos de ellos. Alex se colocó de pie tomando su teléfono como si estuviera listo para llamar a alguien.

— Duele... Siento pesado el pecho... — Intente respirar correctamente pero fue inútil.

— ¿Es soportable?

Asentí con mi cabeza.

Había sentido cosas peores, estaba acostumbrada a los golpes... Solo que nunca me había roto alguna costilla, al menos no que yo recuerde. No me causaba tanto problema el no poder respirar fácilmente, solo que se sentía muy incómodo.

Alex se acercó de nuevo a mí, tomó las sabanas alejandolas un poco hasta poner la bolsa de hielo por mi costilla.

— Sé que está frío... Pero así desinflamaras más rápido...

Nils se quedó mirándome, sin hacer nada simplemente su mirada tranquila sobre mí.

Las miradas de ambos me atraviesan como lanzas... No puedo evitar ponerme nerviosa.

Entró Silas a la habitación.

— Nils, Alex, les toca la ronda. — Informa haciendo que ellos tengan que ponerse de pie de mala gana.

— Cubrenos... Solo por está vez...

— No. Ya no aguanto a esa gente y Caelan se volverá loco si no lo sacan pronto de allí.

(...)

Unos pocos momentos después Silas reemplazo el lugar de Nils, poniéndome la bolsa de hielo en la costilla con suavidad.

— Avísame si te estoy presionando mucho, no quiero lastimarte. — Murmura.

— Oye... Silas, gracias por dejarme dormir contigo cuando llegué, de verdad me ayudó... Pero ahora te quería pedir otro favor.