La noche envolvía la residencia del Emperador en una suave oscuridad. Boruto, con un ligero nerviosismo, llamó a Shikadai a un jardín tranquilo, iluminado solo por la pálida luz de la luna. El aire fresco de la noche acariciaba sus rostros.
—Shikadai.
El pelinegro se giró con rapidez, su expresión alerta.
—Boruto… ¿Sucede algo?
—No, no es nada… importante —mintió Boruto, su voz un poco insegura.
Shikadai arqueó una ceja.
—¿Entonces, por qué me llamaste a estas horas?
Boruto respiró hondo.
—Quería informarte que iré a Kirigakure.
—¿A Kirigakure? ¿Por qué? ¿Algún asunto de estado?
Boruto dudó un instante, un ligero rubor coloreando sus mejillas. —No iré solo. Iré con Sarada.
Shikadai se quedó en silencio por un momento, procesando la información. Luego, una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios.
—Ah… ya veo… Supongo que las cosas en tu matrimonio han progresado bien.
—Así es —confirmó Boruto, una sonrisa genuina reemplazando su nerviosismo inicial.
—Siempre supe que te enamorarías de Sarada —comentó Shikadai, su tono amistoso.
—Me conoces demasiado bien —respondió Boruto, riendo levemente.
—Como la palma de mi mano —dijo Shikadai, su expresión volviéndose más seria. —Y por eso mismo quiero saber… ¿qué pasa con Sumire kakei?
Boruto suspiró. —¿Lo sabes, verdad?
—Soy tu mano derecha, Boruto. Das un paso y yo doy diez. Me aseguro de tu bienestar, incluso de tu felicidad.
—Te lo agradezco, pero…
—Pero nada. Boruto, somos amigos desde niños, conozco todos tus secretos, no intentes ocultarme nada. Habla.
Boruto miró hacia la luna, buscando las palabras adecuadas. —Lo que siento… o sentía por Sumire… no se compara en absoluto a lo que siento por Sarada. Es… diferente. Mucho más profundo. Con Sumire… fue una admiración, un cariño… pero con Sarada… es amor verdadero.
Shikadai asintió lentamente, observando a su amigo.
—Entiendo. Me alegra que hayas encontrado la felicidad, Boruto. Pero… ¿Sumire lo sabe?
Boruto suspiró, la preocupación surcando su rostro. —Eso… es lo que me preocupa. No quiero herirla. Intentaré explicárselo con cuidado después de que regrese de Kirigakure.
—Bien. Recuerda que puedes contar conmigo para lo que necesites. Y aunque entiendo tu preocupación por Sumire, no te olvides de disfrutar este momento con Sarada. Se lo merece.
Boruto sonrió, un poco más tranquilo.
—Gracias, Shikadai. Eres el mejor amigo que alguien podría pedir.
—Lo sé —respondió Shikadai con una sonrisa leve. —Ahora, vámonos a dormir. Mañana será un largo día.
.˚♡˚.═══════ .˚♡˚. ════════.˚♡˚.
El cielo apenas comienza a despuntar, pintando el horizonte con tenues tonos rosados y dorados. Frente al imponente palacio imperial, un carruaje de madera oscura, ricamente tallado y adornado con heráldica imperial, espera pacientemente. Dos imponentes caballos negros, con arreos de plata, relinchan suavemente. Guardias reales, con armaduras relucientes y lanzas en alto, forman un escuadrón de honor a ambos lados del vehículo. El aire fresco de la mañana acaricia las caras de los presentes, cargado con el aroma de las flores del jardín imperial.
ESTÁS LEYENDO
𝑬𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂 • |Borusara|
ФанфикшнLady Sarada Uchiha, una joven hermosa e inteligente de carácter fuerte, era la única hija del Duque Sasuke Uchiha. Fue comprometida con el rebelde príncipe heredero Boruto Uzumaki. Esta unión estaba destinada a fortalecer el vínculo entre las dos fa...
