52.

165 14 2
                                        

Sarada avanzaba a pasó rápido. Interceptó  a un sirviente impecable antes de que pudiera entrar al palacio donde se hospedaba Hiashi.

— Emperatriz, ¿En que puede servirle?

— Necesito ver a Lord Hyuga.

— Lamentó informarle que Lord hyuga ya ha partido junto a Lady Hanabi hace unos momentos —El sirviente inclinó la cabeza, su expresión impasible.

La noticia golpeó a Sarada como un puñetazo.  Hiashi estaba escapando.  La rabia la invadió, un torrente de adrenalina recorriendo su cuerpo.  No permitiría que se escapara.

Con pasos largos y decididos, Sarada se dirigió hacia la residencia de Boruto.  Tenía que contarle a Boruto, tenía que actuar.  Hiashi era un traidor, y no podía permitir que quedara impune.

Al llegar a la residencia de Boruto, se encontró con Hinata en el pasillo.

***

La luz crepuscular, filtrada por las ventanas del largo pasillo, proyectaba sombras alargadas sobre las figuras de Hinata y Sarada.  El aire estaba denso, cargado de una tensión palpable.

—Hinata—La voz de Sarada era baja, controlada, pero la frialdad en sus ojos era innegable.

—Sarada —musitó. Un escalofrío recorrió su espalda.

—Tu padre abandona la capital —Sarada enunció la noticia como una sentencia.

—Así es —Hinata asintió, la angustia reflejada en sus ojos.

—¿El motivo de esta repentina partida?

—Es el Lord Hyuga. Debe cumplir con sus deberes —Hinata respondió, intentando sonar firme, pero su voz temblaba.

—Hace unas semanas no parecía interesado en esos deberes —Sarada la desafió.

—Mi padre siempre ha cumplido con su deber —Hinata defendió a su padre, aferrándose a ese precario argumento.

—No lo niego.  Simplemente me parece curioso que haya decidido irse tan repentinamente —Sarada insistió, sin dejarla escapar.

—Lo planeaba desde hace meses —Hinata respondió, evitando la mirada de Sarada.

—Interesante —Sarada murmuró, su tono escéptico. 

—Debo ir a ver a Himawari. Con permiso—Hinata intentó alejarse, pero Sarada la detuvo.

—Alto ahí, Hinata—La mano de Sarada se posó sobre el brazo de Hinata, firmé.

— Sarada —murmuró.

— ¿Lo sabes, verdad? Por supuesto que lo sabes. Después de todo eres su hija.

Hinata se giró, encontrándose con la mirada penetrante de Sarada.  La oscuridad del pasillo parecía acentuar la intensidad de esos ojos negros.

—Hiashi es un traidor, y tú lo dejas escapar—La acusación de Sarada era un golpe directo al corazón de Hinata.

—No puedo condenar a mi propio padre a muerte a manos de mi hijo —Hinata respondió, las lágrimas asomándose a sus ojos.

—Encubrir a un traidor te convierte en una traidora. Boruto se enterará de esto— Sarada no cedía.

Hinata suplicó, desesperada.  —Por favor, no. No le digas a Boruto. Él no me perdonará.

—Debiste pensar en eso antes de haberlo traicionado —Sarada se giró, dispuesta a irse.  La imagen de Hinata, con las lágrimas corriendo por su rostro, la conmovió, pero su determinación permaneció intacta.

𝑬𝒎𝒑𝒆𝒓𝒂𝒕𝒓𝒊𝒛 𝑼𝒄𝒉𝒊𝒉𝒂 • |Borusara|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora