El Legado de los Apus

La batalla en las ruinas

El primer ataque fue rápido. Uno de los siervos del Oscuro, una criatura de roca con ojos llameantes, saltó hacia Kuntur, pero él reaccionó al instante, lanzando su lanza con precisión mortal. La punta de la lanza impactó en el pecho de la criatura, rompiendo la roca, pero no deteniéndola por completo.

Amaru desenvainó su cuchillo y corrió para ayudar. Mientras Kuntur luchaba con una de las criaturas, otras dos se lanzaron hacia Nina, que se protegió invocando una barrera de energía. Con las manos extendidas, formó un escudo alrededor de ella que las criaturas no podían atravesar.

—¡Amaru, cuidado! —gritó Nina.

Amaru apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que una criatura lo embistiera. Rodó por el suelo, pero se levantó rápidamente, lanzando una piedra hacia la cabeza del enemigo, distrayéndolo lo suficiente para que Kuntur lo derribara con su lanza.

La batalla fue feroz, pero finalmente, tras un último golpe de Kuntur y una invocación de energía por parte de Nina, las criaturas de roca se desmoronaron, regresando a la tierra de donde habían venido.

—Esto es solo el comienzo —dijo Amaru, limpiándose el sudor de la frente—. El Oscuro sabe que estamos aquí.

Nina asintió, pero antes de que pudieran seguir avanzando, algo brilló en una de las estatuas cercanas. Era un símbolo antiguo que comenzaba a iluminarse con una luz dorada.

—El Khipu está cerca —susurró Nina.