El guardián del paso

3 2 0
                                    

Cuando el sol comenzaba a descender, llegaron a un estrecho paso entre las montañas. Las piedras talladas que bordeaban el camino indicaban que alguna vez había sido utilizado por los antiguos, pero ahora todo parecía abandonado.

—Este es el único camino hacia los picos de Yanahuara —dijo Kuntur—. Pero debemos tener cuidado, se dice que aquí habita un guardián que no permite el paso a extraños.

—¿Un guardián? —preguntó Amaru, levantando una ceja—. ¿Es otro espíritu?

—No lo sé, pero aquellos que lo han intentado pasar sin permiso nunca regresaron —respondió Kuntur con seriedad.

Mientras se acercaban al paso, una figura comenzó a emerger de entre las rocas. Era alta, envuelta en una capa hecha de plumas negras y doradas, con un bastón de madera en una mano. Su rostro estaba cubierto por una máscara de piedra que apenas dejaba ver sus ojos.

—¿Quiénes osan caminar por los territorios sagrados de Yanahuara? —dijo la figura con una voz profunda que resonaba en las montañas.

Amaru dio un paso adelante.

—Venimos en paz, buscando el Khipu de la Sabiduría. Los Apus nos han enviado.

El guardián inclinó su cabeza, pero no mostró signos de amabilidad.

—El Khipu no es para los mortales. Si verdaderamente sois elegidos por los Apus, debéis demostrar vuestro valor.

La figura levantó su bastón, y el suelo comenzó a temblar. Grandes rocas cayeron desde lo alto, bloqueando la salida del paso.

—Debéis enfrentar la prueba —dijo el guardián, antes de desvanecerse como si fuera una sombra.

El Legado de los ApusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora