La restauración del mundo andino

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Con el Oscuro sellado y el Khipu a salvo, el mundo andino comenzó un lento proceso de restauración. Las aldeas devastadas fueron reconstruidas, los campos volvieron a ser sembrados, y los caminos que una vez estaban destruidos por la guerra fueron reparados por los trabajadores y artesanos de todas las regiones.

Inti, como miembro clave del consejo de sabios, fue fundamental en organizar los esfuerzos de reconstrucción. A su lado, Amaru asumió un nuevo papel: se convirtió en un guía espiritual y líder para aquellos que buscaban consuelo tras las pérdidas sufridas. Aunque su corazón seguía marcado por el dolor, supo que su deber ahora era ayudar a su pueblo a sanar.

En reuniones con líderes locales y familias de todo el imperio, Amaru e Inti comenzaron a promover la unidad. El sacrificio de Nina y la batalla contra el Oscuro se convirtieron en símbolos de fortaleza y resistencia. Los relatos heroicos de la travesía de Amaru y sus compañeros se contaban en todas las aldeas, recordando a las futuras generaciones que el mal solo puede ser derrotado cuando se lucha en conjunto.

A medida que el tiempo pasaba, las cicatrices del mundo físico comenzaron a sanar. Los ríos volvieron a fluir con fuerza, los campos reverdecieron, y el cielo brillaba con la luz dorada del sol de Inti. Pero dentro del corazón de los habitantes, la memoria del sacrificio aún permanecía, dándoles la fuerza para continuar.

El Legado de los ApusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora