La última travesía

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El camino hacia el lugar donde el Khipu debía ser sellado no era conocido por muchos. Solo los más antiguos sabios sabían de su ubicación. Se decía que más allá de las montañas, en un valle perdido, había un santuario donde los Apus vigilarían el Khipu para siempre.

Amaru, Inti y Kuntur, junto con un pequeño grupo de sabios y guerreros, comenzaron su última travesía. Sabían que, aunque el Oscuro había sido derrotado, el poder del Khipu seguiría siendo una tentación para aquellos con corazones corruptos.

El viaje fue arduo, cruzando ríos caudalosos y montañas que desafiaban sus fuerzas. Pero el grupo estaba determinado. No solo querían sellar el Khipu, sino también asegurarse de que ningún otro ser tuviera acceso a su inmenso poder.

Durante el viaje, Kuntur habló poco, todavía afectado por la muerte de Nina. Su lealtad a sus amigos seguía firme, pero el dolor que llevaba dentro era evidente. Inti, por su parte, se mantuvo centrado, guiando al grupo con su sabiduría y serenidad.

Finalmente, después de días de caminata, llegaron al valle perdido. Allí, rodeado de montañas que parecían tocar el cielo, encontraron el santuario. Era un lugar sagrado, construido por civilizaciones anteriores, con símbolos antiguos que reverenciaban a los Apus.

—Este es el lugar —dijo uno de los sabios, con reverencia en la voz.

Amaru miró el santuario. Sabía que una vez que entrara, el Khipu sería sellado para siempre, y su viaje como portador del artefacto terminaría.

El Legado de los ApusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora