El enfrentamiento que siguió fue el más difícil que los Guardianes habían enfrentado. No estaban luchando contra un enemigo físico, sino contra la misma esencia del mundo. Cada ataque que lanzaban era absorbido por la entidad oscura, y parecía que cualquier esfuerzo por detenerla solo aumentaba su poder.
Chaska, conectada profundamente con los Apus, intentó llamar a los espíritus para que les ayudaran, pero incluso ellos parecían impotentes ante esta fuerza primordial.
—No podemos derrotarlo —dijo Kuntur, con frustración—. ¡Es parte de la misma tierra!
Inti, en su calma habitual, respondió:
—No se trata de destruirlo, sino de restaurar el equilibrio.
Amaru comprendió entonces lo que debía hacer. El Khipu había sido una herramienta para mantener el equilibrio en el mundo, pero ahora la propia tierra necesitaba ser sanada. El poder de los Guardianes no residía solo en su fuerza física o en su conexión con los Apus, sino en su voluntad de sacrificio.
Amaru se acercó al pozo de energía, sintiendo cómo el latido de la tierra se sincronizaba con el suyo. Sabía que el precio sería alto, pero también que era el único camino.
—Debemos restaurar el equilibrio. No podemos sellar este poder, debemos fundirnos con él, para que nunca más pueda ser corrompido.
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El Legado de los Apus
AdventureEn un mundo antiguo donde los Apus (espíritus guardianes de las montañas) gobiernan los territorios de los Andes, una amenaza milenaria conocida como "El Oscuro" resurge desde las profundidades del inframundo, lanzando su sombra sobre las civilizaci...