Con esta decisión, los Guardianes del Khipu, uno por uno, se unieron al latido de la tierra. Amaru, Inti, Chaska y Kuntur ofrecieron sus propias esencias, convirtiéndose en parte del equilibrio que habían protegido durante tanto tiempo. En lugar de sellar el poder del corazón de la tierra, lo estabilizaron con sus propias vidas, asegurando que la energía fluyera de manera armoniosa por siempre.
Mientras lo hacían, las sombras desaparecieron y la tierra dejó de temblar. El mundo, tanto físico como espiritual, se calmó.
Pero los Guardianes ya no existían como antes. Se convirtieron en leyendas vivientes, fundidos con la tierra y las montañas, vigilando el equilibrio desde más allá del plano físico. Aunque el pueblo andino nunca volvería a verlos en carne y hueso, su presencia se sentiría siempre, en cada brisa que acariciara los valles y en cada susurro de las montañas.
El Khipu, el corazón de la tierra y los Guardianes se habían convertido en uno solo, garantizando la paz y el equilibrio del mundo para siempre.
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El Legado de los Apus
AdventureEn un mundo antiguo donde los Apus (espíritus guardianes de las montañas) gobiernan los territorios de los Andes, una amenaza milenaria conocida como "El Oscuro" resurge desde las profundidades del inframundo, lanzando su sombra sobre las civilizaci...