El Legado de los Apus

El despertar de los secretos

Esa noche, el grupo decidió descansar en la cueva. El agotamiento comenzaba a hacer mella en ellos, y las sombras en la entrada no parecían dispuestas a retirarse. Mientras Kuntur vigilaba la entrada, Amaru y Nina se sentaron junto a un fuego que habían encendido.

—Aún no entiendo el Khipu —admitió Amaru—. Lo siento conectarse conmigo, pero cada vez que intento usar su poder, parece que me aleja.

Nina lo observó en silencio antes de hablar.

—El Khipu no es solo una herramienta. Está vivo de alguna manera. Los hilos representan más que solo el destino; son las vidas de aquellos que han venido antes de nosotros. Necesitamos descifrar qué intenta decirnos, pero el Oscuro también sabe esto. Por eso quiere apoderarse de él.

Amaru miró el Khipu en sus manos. Las palabras de Nina resonaban en su mente. ¿Y si los hilos del Khipu no solo representaban el pasado, sino también las posibilidades del futuro?

—¿Crees que... los hilos pueden cambiar? —preguntó Amaru—. Como si pudiéramos tejer un nuevo destino.

Nina frunció el ceño ante la idea.

—Es posible, pero sería extremadamente peligroso. Cambiar el destino puede tener consecuencias que ni siquiera los dioses previeron. Y si el Oscuro controla el Khipu, podría reescribir nuestro mundo a su favor.

La conversación fue interrumpida cuando Kuntur se acercó al fuego, con expresión seria.

—Las sombras siguen ahí, pero he visto algo más. En la distancia, al otro lado del valle, hay luces. Podrían ser otros viajeros... o podrían ser aliados del Oscuro.

Amaru asintió.

—No podemos quedarnos aquí mucho tiempo. Si esas luces nos encuentran, podríamos enfrentarnos a algo peor.