Los ecos de la montaña

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Amaru, Nina y Kuntur corrieron a través de las montañas, perseguidos por las sombras que no cesaban en su intento de alcanzarlos. El poder del Khipu había detenido brevemente a las criaturas, pero no fue suficiente para derrotarlas por completo. El paisaje andino, antes un refugio, se volvía cada vez más hostil con cada paso que daban.

—¡Debemos encontrar un lugar seguro! —gritó Amaru, esforzándose por mantener el ritmo mientras sujetaba el Khipu con fuerza.

Nina miró a su alrededor. Las montañas parecían cerrarse sobre ellos, y las sombras eran cada vez más densas. No podían correr para siempre.

—¡Allí! —dijo, señalando una cueva oculta entre dos acantilados—. Puede que podamos refugiarnos allí y reagruparnos.

Kuntur asintió sin decir nada, corriendo en silencio hacia la entrada de la cueva. Entraron rápidamente, y las sombras se detuvieron en la entrada, como si una barrera invisible les impidiera seguir.

—Nos hemos salvado por ahora —murmuró Kuntur, pero su rostro seguía sombrío—. No estarán detenidas por mucho tiempo.

Dentro de la cueva, una extraña tranquilidad los envolvió. El aire era más denso, y las paredes de piedra estaban cubiertas de inscripciones antiguas.

—Este lugar... —dijo Nina, acercándose a las marcas en la pared—. Estas inscripciones son más antiguas que cualquier otra cosa que hayamos visto. Podrían estar relacionadas con el Khipu.

Amaru, aún respirando pesadamente por el esfuerzo, observó las marcas. Algunas de las figuras talladas en la roca representaban un círculo de guerreros rodeando a un ser oscuro, mientras otros sostenían objetos similares al Khipu.

—Es un registro de la última batalla contra el Oscuro —dijo Amaru—. Esto confirma que el Khipu fue usado antes para sellarlo. Pero... ¿cómo podemos hacer lo mismo?

Nina, con las manos sobre las inscripciones, cerró los ojos.

—Podemos aprender de lo que hicieron antes, pero el Khipu no es solo una herramienta. Es una puerta. Y si no sabemos cómo usarla correctamente, podríamos abrir la puerta equivocada.

El Legado de los ApusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora