capitulo 21

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Después de ese momento tenso, casi de inmediato todo se calmó, ya que la madre del chico de los ojos color topacio, más que preocupada por su hijo, parecía preocupada por el guardia, como si supiera que su hijo no podía ser herido por un simple guardia.

Lo que llamó aún más mi atención, aparte de su inigualable belleza, fue la necesidad de ir a hablar con él, pero no podía, tenía que mantenerme al lado de mi hermano mayor, por petición de mi padre. Pero como siempre, mi madre me leía la mente.

'Quieres hablar con él', la voz de mi madre me hizo pegar un brinco, ya que no esperaba que se diera cuenta. 'Bueno...', algo,  dije tratando de no avergonzarme, pero fallé.

'Entonces ve, no te preocupes por pequeñeces', dijo mi madre mientras me daba un pequeño empujón levantándome del sillón y pude ver por el rabillo del ojo como mi hermano trató de levantarse igual para preguntarme a dónde iba.

Pero afortunadamente mi madre lo detuvo. Era molesto que toda mi familia se interesaran en mí justo cuando quiero hacer algo, pensé al ver que tanto mi hermano como mi padre me voltearon a ver de repente al percatarse de que me había levantado del sillón.

Pero nuevamente mi madre evitó que me hablaran, lo que aproveché para caminar a la esquina donde se encontraba el chico de los ojos color topacio. Comencé a caminar con rumbo a la ubicación, pero con cada paso que daba mi confianza se esfumaba como una pequeña vela en medio de un huracán, y justamente cuando quedé enfrente de él, esa confianza desapareció, quedándome parada ahí sin decir nada.

Casi al instante, su rostro giró para encontrarse con el mío, un rostro apático y carente de emociones, pero al verme, se suavizó levemente, casi imperceptible. '¿Puedo ayudarte?', fueron las palabras que salieron del chico, quien me veía con esos ojos tan profundo en los cuales podría perderme si me descuido un segundo.

'Mucho gusto, soy Kathlyn', dije torpemente, ya que nunca tuve la necesidad de saludar a nadie, ya que siempre me saludaban primero. Sus ojos topacio me miraron tan profundamente hasta que, lo que parecía una eternidad, él habló.

'Mucho gusto, Kathlyn, soy Yuri Leywin', dijo, y pude ver el fantasma de una sonrisa. Al escucharlo contestarme con un tono de voz tenue pero agradable, no pude evitar sonreír y por alguna razón me gustó que no usara el título de princesa, y sobre todo cuando volvió su cuerpo para verme de frente, dejando que lo viera mejor.

'¿Quién es?', pregunté, por la criatura linda que tenía en su cabeza descansando. 'Es Silvi, es un lagarto de las cavernas y es el vínculo de mi hermano y mío', diría Yuri, sorprendiéndome, ya que no había registros de que una bestia de Maná tuviera vínculo con dos personas.

'Ya veo, es muy linda', dije al ver sus bonitos ojos dorados, muy parecidos a los de Yuri; pero a diferencia de los de él, que eran profundos y hermosos, los de Silvi eran claros y tiernos. '¿Quieres acariciarla?', preguntó, mientras la pequeña Silvi bajaba de la cabeza de Yuri a sus brazos para que pudiera acariciarla cómodamente.

'Puedo?', pregunté, sin  quitarle  los ojos a la pequeña bestia de Maná. 'Claro, no te preocupes', dijo Yuri con un tono de voz algo peculiar, era como si tratara de que sonara más suave.

*
Al acariciar a la pequeña bestia de Maná pude notar que sus escamas eran suaves y elásticas, a diferencia de las duras y afiladas que creí que serían. Pero lo que más llamó mi atención es que pareció hacerle ojos de burla a Yuri, quien simplemente arqueó una ceja ante su acción.

Tenía ganas de preguntarle muchas cosas, pero al mismo tiempo no sabía qué, y Yuri pareció anotarlo ya que él comenzó a hablar repentinamente, como queriendo ayudarme.

tbate par de Reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora