capitulo 28

44 7 19
                                    

Después de todos siempre te admiré

monarca de los dijin

Uzziel

Al escuchar ese nombre, rápidamente activaría un vacío estático para que solo la mujer y yo pudiéramos hablar y nadie pudiera escuchar.

'¿Cómo sabes ese nombre?' dije más como una orden que como una pregunta.

'Jeje, supongo que no me reconoces, bueno, es normal, me veo muy diferente de cuando nos conocimos', diría la mujer con una sonrisa diabólica mientras luchaba por acomodarse.

'Solía ser uno de los tres niños asura que solían escaparse de sus padres para ir a ver al gran monarca Uzziel, quien solía darnos dulces para que no te molestáramos en tu trabajo'. Al escuchar esas palabras y ese nombre, me vinieron a la mente.

'Una dragoncita amable, un basilisco lleno de curiosidad y un fénix muy energético que solían ir a mi castillo solo para que les enseñara sobre magias vistosas.'

'Hannah,' dije casi en un susurro al recordar a la pequeña fénix que solía hacerme compañía en mi solitaria vida en el palacio.

'Acertaste, es bueno volverte a ver, señor Uzziel... No, perdón, ahora eres Yuri, ¿verdad?' diría Hannah corrigiéndose.

'¿Qué pasó?' pregunté al verla en este estado tan lamentable.

'Lo que me advertiste que pasaría si descubrían mi habilidad, y como siempre tenías razón, trataron de usarme pero me negué y terminé así', diría Hannah mientras se debilitaba más con cada segundo.

'Fue agrona,' dije, lleno de rabia y al mismo confundido por no saber cómo ese pequeño lleno de hambre por conocimiento se había convertido en este maldito genocida.

'Sí, pero no tengo tiempo de explicarte ya que pronto moriré, así que escucha con atención. Yuri, Agrona fue quien trajo el arma de tu hermano a este mundo con la intención de usarlo para traer a otro reencarnado, pero una persona que no te puedo decir quién es lo evitó haciendo que reencarnara como Arthur Leywin. Pero eso estaba destinado a pasar,' diría Hannah casi sin aliento y luchando por continuar.

'Pero tú no deberías haber reencarnado, tú debiste haber muerto y ya, pero fuiste traído a este mundo por alguien desconocido, alguien que fue capaz de desafiar al mismo destino y ganar.' Las palabras de Hannah me sorprendieron por completo ya que el destino era algo insuperable y el hecho de que puedas oponerte a él es más que inaudito.

'Así que, por favor, Yuri, cuida de Fidel, no dejes que la usen como un mero instrumento y experimenten con ella, por favor, te lo ruego,' diría Hannah mientras su voz quebraba y lágrimas de sangre caían de sus ojos.

'No te preocupes, Hannah, la cuidaré, nunca dejaría que algo le pase a las hijas de mis únicas amigas que tuve en mi antigua vida,' dije mientras acariciaba su rostro magullado.

'Gracias, en serio, gracias, Yuri. Por favor, toma esto, no es mucho, pero,' tras decir esto, Hannah puso su mano en mi pecho y sentiría un intenso calor entrar en mí, seguido de una gran cantidad de maná.

'Hannah, tú...' diría sorprendido, ya que ella me había dado su voluntad, la voluntad de un fénix.

'Jajaja, no te preocupes, no la necesito adónde voy, pero al contrario, tú necesitas todo el poder disponible,' al verla sonreír, la nostalgia me invadió, al igual que la culpa por no poder salvarla.

'Y recuerda, Yuri, tú no estás atado a los caprichos del destino, tú eres libre de él y las decisiones que tomes cambiarán radicalmente tu futuro, así que porfa, ten cuidado. Ah, y una última cosa, por favor, susurro Hannah mientras tomaba un último respiro

tbate par de Reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora