tbate par de Reyes

capitulo 33

PUNTO DE VISTA DE YURI LEYWIN

O sea que quieres ir junto a Jasmine a una última mazmorra a la cual el gremio pidió nuestra participación, dije mientras esperábamos nuestras cosas para retirarnos a la mansión de Vincent para ver a nuestros padres.

Si así es y esperaba que dejaras ir a Tess con, antes de que mi hermano menor terminara de hablar lo interrumpí.

No, no dejaré que te lleves a Tess, punto y final, dije y pude ver cómo Tessia bajab la mirada sin reprochar y simplemente aceptando lo decidido.

Vamos Yuri, es una mazmorra de bajo nivel, además Jasmine y yo estaremos con ella, diría Arthur extrañamente insistente, aunque Tessia ya había dado por terminada la discusión, lo que me hacía pensar que la pequeña me conocía más que mi propio hermano.

Ya dije que no Arthur, dije esta vez amenazante, haciendo retroceder a mi hermano menor mientras me alejaba y podía ver la cara preocupada de Jasmine y a Cecilia quien me veía con ojos indescifrables.

¿Pasa algo? pregunté a la chica de los ojos amarillos quien me veía con intensidad.
Nada, solo creo que eres un hermano muy estricto, diría ella mientras me ayudaba a recoger.

¿Y eso es malo? pregunté.
No, no es malo, al contrario es algo bueno ya que los mantienes con vida... Cómo a m sensei, susurraría esta última frase mientras me regalaba una sonrisa.

Qué bueno que lo entiendas, pero más importante, ¿qué harás a partir de ahora? pregunté sin mirarla directamente a los ojos y centrándome a desarmar la tienda.

Mmm, ¿ustedes regresan a su hogar, verdad? Yo tal vez siga de aventura ya que no tengo nada más que hacer, diría con un tono melancólico que era apenas notable.

Bueno, ¿qué tal si te quedas conmigo? diría abruptamente, provocando que Cecilia dejara caer un par de varillas por la sorpresa.
¿Qué dijiste? diría ella estupefacta.
Que te quedes conmigo, tengo pensado mudarme a una casa cerca de Xyrus, ya que como tengo a Fidel no quiero causar más problemas a los amigos de mis padres. Además... hice una pausa. Fidel se encariñó mucho contigo y sería una pena que ya no te viera. Además, obviamente tendrás tu habitación y serás libre de hacer lo que quieras, dije mientras la volteaba a ver en busca de una respuesta.

Pero al parecer mi pregunta la había dejado atónita, ya que no hubo palabras durante unos minutos hasta que yo volvería a hablar. Ah, Cecilia, dije en busca de su atención.
Oh, disculpa, es solo que me sorprendió, diría con una sonrisa nerviosa.

Disculpa, no quise incomodarte, dije mientras me retiraba, ya que pensé que había sido demasiado atrevido al pedir algo así, pero mientras me retiraba, una mano me detendría.

No, no, disculpa, no quise decir eso, es solo que siempre me estás ayudando y yo nunca he podido darte nada a cambio, diría Cecilia con un tenue semblante avergonzado que me pareció lindo.

Bueno, no sé tú, pero mi vida solo es equitativa a la de mi familia y la de ellos es invaluable, al menos para mí, dije mientras trataba de sonreír.

Ante esto, Cecilia pareció pensar un poco antes de volver a hablar, esta vez con un tono avergonzado. 'Bueno, si no te molesta que te ayude con las tareas del hogar', antes de esta declaración, una sola idea pasó por mi mente.

'Bueno, si estás bien con cocinar, cuando tengas tiempo me daré por bien servido.' Cecilia sonreiría ante mis palabras antes de contestar. 'Bueno, al parecer a alguien le gusta mi comida', diría entre risitas.

'Bueno, no es mi culpa que tengas buen sazón', respondí antes de que ambos comenzáramos a reírnos. Yo era más como una leve carcajada, pero una mano me haría voltear hacia atrás para ver unos ojos negros que me miraban con un reflejo rojo.