tbate par de Reyes

capitulo 31.5

Qué vergüenza, esa frase se repetía en mi cabeza una y otra vez ya que eso era lo que sentía al ser cargada por Yuri, ya que no aguantaba el dolor de mi herida en mi muslo. Aunque debo admitir que es muy fuerte físicamente, ya que no solo me está cargando a mí, sino que también la pequeña Fidel está aferrada a su cuello como un changuito bebé y todo sin usar maná.

Oye, no soy pesada, dije tratando de evitar sonar avergonzada, pero mi tono no cooperaba conmigo, haciéndome tartamudear y aumentando más mi vergüenza. No te preocupes, no pesas nada, diría Yuri mientras se percataba de que la pequeña se había quedado dormida trepada a él.

Oh, se durmió, dije impresionada ya que ni dormida se separaba de él. Sí, ella solo duerme cuando está conmigo, es muy desconfiada de los demás, pero al parecer a tu le agradas. Al escuchar esto, recordé el choque eléctrico que sentí cuando los vi a los dos al mismo tiempo.

Mientras él me llevaba a su campamento, le preguntaría un par de cosas para que el trayecto no fuera incómodo, y así supe que su hermano y la futura novia, junto con una amiga cercana de su familia como escolta, decidieron convertirse en aventureros.

Poco después, el fuego fatuo volvería a salir presentándose como el majestuoso Regis, aunque Yuri dijo que con Regis bastaba. También descubrí que este chico no tenía núcleo de maná, bueno, sí tenía uno, pero no era de maná; era de esas partículas púrpuras que usaba la pequeña Fidel, que yo no era capaz de controlar, aunque sí era capaz de controlar maná y de una manera similar a la mía, lo que solo hacía crecer mi curiosidad por este chico. Pero un grito enojado me sacaría de mis fantasías.

¡QUITENSE!

Casi como si fuera un reflejo, comenzaría a conjurar esferas de maná comprimidas para atacar a cualquiera que nos agrediera, pero rápidamente Yuri me detendría.

Tranquila, ese de seguro es mi hermano, diría mientras aumentaba la velocidad para pasar unos arbustos, dejando ver a tres personas: dos mujeres y un chico que luchaban por pasar a un ave parecida a un fénix que estaba hecha a partir de puro maná de fuego, y lo que parecía ser una pantera hecha de plantas y de la cual irradiaba maná vegetal.

Al parecer, Yuri vio la confusión en mi rostro, ya que él trataría de explicarme qué estaba viendo. No te preocupes, ambas bestias son amigables, solo les ordene que mantuvieran a mi hermano y amigas aquí en lo que me encargaba de esa criatura, diría Yuri mientras se acercaba a la fogata.

Y una vez más, cerca, los acompañantes de Yuri lo vieron y lo primero que hicieron fue gritar: 'Yuri, ¿qué pasó? O más importante, ¿qué te pasó a ti?', diría una chica de cabello negro y unos bonitos ojos rojos en los cuales podía verse su genuina preocupación por Yuri. 'Hermano

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Yuri, ¿qué te pasó?... ah, y ¿quién es ella? Esta vez pregunto una chica de cabello gris metálico y ojos verde azulado, muy hermosa, pero lo que más llamó mi atención fueron sus orejas puntiagudas; ella era una elfa.

No se preocupe, ya les explicaré, y ella es una persona que me ayudó hace un tiempo y quiero invitarle algo de comer y curar su herida, respondió Yuri mientras me bajaba al suelo con delicadeza.

Oh Dios, está herida, diría la pequeña elfa mientras corría a una de las tiendas para buscar algo.

Está bien, Yuri, necesitas tratamiento, diría esta vez el chico que parecía unos 4 o 5 años menor que yo; su cabello era de un castaño rojizo y ojos azul celeste. No, estoy bien, tranquilo, guarda las piedras que te dio mamá para ti, diría Yuri a su hermano menor mientras me ayudaba a sentarme antes de que él fuera a una de las tiendas. Déjame ver tu herida, diría la pequeña elfa asustándome, ya que me sorprendió.