capitulo 7

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PUNTO DE VISTA DE ARTHUR LEYWIN

Tres días  han pasado desde que Silvia salvó a mi hermano de esa mortal caída. Aún no puedo expresar mi agradecimiento por haberlo salvado, ya que él estaba dispuesto a morir para protegerme.

Él siempre había sido tan indiferente con todos, pero ver cómo me abrazaba para cubrirme con la mayor parte de su cuerpo posible y recibir todo el impacto me entristeció, ya que nunca había tenido un hermano mayor.

Era un sentimiento igual al que me transmitía la directora, un sentimiento fraternal. Por otro lado, Silvia era como una madre protectora y estricta, ayudándome a aprender la rotación de maná, entre otras cosas. Algo raro era que Yuri y Silvia hablaban como si fueran viejos amigos, lo que me pareció extraño.

Lo que realmente me sorprendió fue ver a esas dos esferas de color azul y rojo que ahora parecían un pequeño zorro de color azul que emanaba una aura gélida y refrescante, y un pajarito de color rojo que emanaba un calor tenue pero abrasador.

Lo que realmente me sorprendió fue ver a esas dos esferas de color azul y rojo que ahora parecían un pequeño zorro de color azul que emanaba una aura gélida y refrescante, y un pajarito de color rojo que emanaba un calor tenue pero abrasador

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Yuri me contó que se llamaban blue y red y  me explicó que eran bestias de Maná que habían eclosionado de un par de huevos que encontró  y que había estado imbuviendo Maná elemental para ayudarlos a eclosionar  aún más rápido pero algo me decía qu...

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Yuri me contó que se llamaban blue y red y  me explicó que eran bestias de Maná que habían eclosionado de un par de huevos que encontró  y que había estado imbuviendo Maná elemental para ayudarlos a eclosionar  aún más rápido pero algo me decía que estaba mintiendo pero no tenía caso interrogarlo

Pasaron dos meses desde entonces mientras le hacíamos compañía a Sylvia contándole historias sobre nuestras familia y la ciudad en la que nacímod, mientras seguía mejorando la técnica gracias a la paciencia y diligencia de Sylvia.

En ese período de tiempo, sería un eufemismo decir que solo me acerqué más a Sylvia. Ella me trató como a su propio nieto de sangre y, en respuesta, me encariñé con esta abuela demonio. Debido a nuestra creciente relación, no podía simplemente ignorar lo que estaba sucediendo.

Por otra parte, Yuri se mantuvo tranquilo entrenando su cuerpo sin tocar su magia, según Silvia. Él no necesitaba practicar mucho su magia ya que era casi perfecta, por lo que era más recomendable practicar su combate cuerpo a cuerpo, el cual, al igual que mi técnica de espada, era sublime. Tanto así, que no me gustaría empezar una pelea a puñetazos con mi hermano. Parecía que sus golpes dolerían, sumándole a eso que parece que heredó el físico de nuestro padre, mientras yo heredé el de mi madre.

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