Uzziel fue el primer djinn o mago antiguo que existió, sin rival en el manejo del éter y el maná. Sin embargo, como todo poder tiene un precio, al dedicar toda su vida al conocimiento, descuidó a su familia, lo que provocó que se alejaran de él, ya...
Faltaban solo siete minutos para que empezara la fiesta de cumpleaños de mi hermana menor y yo apenas me había alistado, lo que me preocupó ya que Ellie se enojaría si no me veía ahí pero Gracias al cielo, puedo usar God Step para llegar al instante.
Mientras terminaba de ponerme esta estúpida corbata, bajaría a la sala principal para ver a Cecilia y a Fidel, quienes ya tenían un buen rato esperando. Todo fue gracias a que me dormí sin darme cuenta, aunque fue culpa de Fidel por darme leche tibia con galletas que ella misma hizo.
'Tardas demasiado, sensei', la voz de Cecilia sería la primera en darme la bienvenida, solo para verla con su cabello morado atado a una cola de caballo mientras vestía un hermoso vestido azul claro que llevaba un listón color mostaza atado a su delgada cintura junto a unas zapatillas de un color negro brillante.
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ante la vista mi mente bacilo por unos segundos ya que quería decir algo alargador pero ninguna palabra era suficientemente buena pero mientras rompí la cabeza pensando en algo la voz de mi pequeña Fidel me interrumpió. " Sabes un Teves hermosa o te ves linda basta Yuri", diria mentalmente mi pequeño de cabello rojo quien vestía un vestido de color negro junto a media y zapatitos del mismo color.
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'Ambas se ven muy bien', dije al ver lo bonitas que se veían. 'Vaya, sí que eres bueno dando halagos', siseó Cecilia mientras se levantaba del asiento junto a Fidel, quien de igual manera se levantaría para correr a mi lado. "Es todo un piedra verdad Cecilia ' dirá filede mientras se ponía a mi lado derecho. "Bueno, no es mi fuerte', contesté mientras estiraba mi mano para que ella la tomara y pudiéramos irnos.
'¿Listas?', pregunté.
'Listas', dirían ambas antes de desaparecer en un destello púrpura y aparecer en la habitación de Yuri en la mansión de Vincent.
Una vez allí, los tres bajaríamos llevándonos la sorpresa de que la fiesta ya había comenzado, lo que provocó que comenzara a sudar frío por los nervios de no aber estado para felicitar a mi hermana junto a todos los demás. '¿Te preocupa que se enoje?', preguntó Cecilia al ver mi nerviosismo. 'Enojarse es poco', dije mientras comenzábamos a bajar las escaleras, buscando a mis padres y hermanos, mientras Fidel decidiría irse con Cecilia por su lado, dejándome solo, probablemente porque sabían lo que me esperaba.
