capitulo 38

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PUNTO DE VISTA DE  YURI LEYWIN

Era un lugar hermoso con camisa de trigo del mismo color que mi cabello tan silencioso que era molesto supongo que me acostumbré al ruido de Cecilia y Fidel porque de lo contrario un ambiente así sería perfecto para mí Pero había algo mal en este lugar algo que me atormentaba todas las noches un recuerdo de mi pasado mi antiguo yo

" Patético ".

Esas eran las palabras que el hombre sentado en un trono enfrente de mí vestí una armadura de color bronce elegante y sin adorno innecesarios  un hombre de cabellera café con reflejos naranjas peinado hacia atrás como la melena de un león piel blanca como la leche con ojos afilados de un color amarillo líquido con un par de marcas  del mismo color a ambos lados de  cada ojo con una marca en forma de sol en su frente

El el era mi antiguo yo el monarca uzziel

En cambio, yo estaba arrodillado enfrente de él, con mi mano en mi pecho sangrando, mientras sus ojos de depresión se clavaban en mi cabeza como espadas afiladas

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En cambio, yo estaba arrodillado enfrente de él, con mi mano en mi pecho sangrando, mientras sus ojos de depresión se clavaban en mi cabeza como espadas afiladas. 'Mírate ahí, ensuciando mi legado con tu debilidad y todo por desperdiciar el tiempo en esa gente que llamas familia', escupió mi antiguo yo mientras me miraba con desprecio e indignación.

Cierto, yo solía ser así; ocultaba mi soledad y mi tristeza con superioridad  y desprecio a los débiles. Era tan patético, pero más patético fue que no pude darme cuenta hasta unos segundos antes de morir, donde deseaba con todas mis fuerzas una segunda oportunidad para tener una familia a la que pudiera dedicarle mi vida.

'Te equivocas, yo ya no soy tú y tú no eres yo; tú eres el ex monarca de los dijin que murió hace un millón de años y yo soy...' trataría de decir antes de que su poderosa voz me interrumpiera en seco. 'Eres quien eres, solo eras las migajas de lo que alguna vez fuiste, un hombre capaz de mover montañas con solo pensarlo', diría mientras chasqueaba los dedos y una cantidad absurda de maná se arremolinaba en un par de montañas a la lejanía, levantándolas como si fueran meras bolas de papel en muestra de su poder.

'En cambio, mírate, tu reserva de maná es patética y tu dominio del éter sigue siendo imperfecto, ¿y ah qué es lo que eso te llevó? A que casi murieras a manos de dos bestias de la destrucción de rango medio, cuando en el pasado eras capaz de acabar con docenas de ellos sin siquiera moverte de tu asiento que ¿no es eso patético?', diría mi antiguo yo, y ante sus palabras no pude hacer más que maldecirme porque tenía razón.

Y ya sabes cuál es la razón de esa debilidad y no es por el tiempo, ya que todo lo que sé es todo lo que tú sabes. A diferencia de mí, tú ya empezaste con todas las afinidades elementales al máximo: el cuerpo de un dragón y la voluntad de un fénix, ambos con el dominio sobre el tiempo y con el conocimiento de 225 años de investigación y comprensión del éter y del Maná.

Y a pesar de todas esas bendiciones, prefieres desperdiciar tu tiempo con lo que tú llamas familia, fortaleciendo a esos niños que no serán nada más que estorbos. Lo único bueno que hiciste fue aliarte a esa pequeña chica de cabello púrpura; ella será un monstruo en el futuro, eso te lo reconozco', siseó mi antiguo yo, mientras una pequeña sonrisa adornaba su rostro, lo que provocó un ardor en mi estómago.

tbate par de Reyes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora