capitulo 37

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PUNTO DE VISTA DE YURI LEYWIN

'Lo siento, mamá, esta vez no puedo', dije, rechazando la comida de mi madre mientras le ordenaba a Lúthien que cuidara de Fidel, quien, gracias a mi vínculo, ya sabía lo que tramaba.

'Ten cuidado', diría mentalmente mientras me veía con frustración, porque sabía que no la dejaría ir. 'No te preocupes, prometo llegar a dormir, así que espérame despierta', dije mientras el éter comenzaba a fluir. 'Lo prometes', diría en un susurro mental que me parecía muy lindo.

'¿Cuándo te he fallado?', argumenté, mientras me mandaba una pequeña risita. 'Está bien, pero si mueres, te sacaré del mismísimo infierno para volver a enviarte', diría Fidel, lo que me hizo pensar que ya estaba creciendo; es como si ayer no podía separarse de mí y hoy ya me amenaza de muerte.

[GOD STEP]

Después de unir los caminos etéricos, solo para un microsegundo después desaparecer de en medio de la sala para aparecer a un lado de Regis, quien me había avisado de los intrusos de Alacrya cerca de la ciudad de Xyrus.

'Wow, eso más que un paso divino es teleportación instantánea', escupió Regis por la sorpresa que le di. 'Bueno, cuando lo inventé, tenía que dar pasos para poder moverme, pero una vez que lo dominas por completo, ya no es necesario', respondí mientras recordaba cuando se me ocurrió el nombre de la runa divina y pensé que sonaba genial.

'Pero más importante, ¿lo conoces?', pregunté por la mujer de cabello violeta con anteojos y cuernos que salían de los lados de su cabeza como un toro.

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Eran cerca de cincuenta hombres y todos escuadrones, por lo visto con esas runas que Agrona puso en ellos después de sus experimentos, por lo que son cuatro tipos: marca, emblema, cresta y regalía. Todas son usadas a partir de maná y contienen un hechizo el cual es dado a los magos para que lo perfeccionen, lo que conlleva a que sean más fuertes de lo normal.

Mientras examina a los soldados, Regis hablaría mentalmente: '¿Te interesan lad runas de maná de Alacrya?', preguntaría Regis al ver que las examinaba a detalle, a lo que simplemente contesté: 'No es que me interese, es información para que los soldados de Dicathen puedan enfrentar de mejor manera a sus magos; además, ¿por qué me interesaría copias baratas de mis creaciones, las runas divinas? Simplemente, Agrona no es capaz de igualar mis creaciones.'

Pero mientras Regis quería seguir queriendo que le explicara sobre mis runas divinas, ya que a diferencia de Fidel, él solo sabe lo que yo quiero que él sepas, me daría cuenta de algo muy curioso: él usa un aparato de distorsión de ondas de maná para ocultarse, así que es por eso que nadie puede detectarlos cuando entraron.

'Entonces es imposible saber cuándo llegan si no los vemos directamente', preguntó Regis, un poco confundido por lo complicado de la situación.

'No te preocupes, ya previne este escenario, por lo que le pedí a ese sujeto de Gideon que creara algo en lo que yo estaba de aventura con mi hermano, Tessia, Fidel y Cecilia. Espero que ya lo tenga hecho; después de todo, tuvo poco más de dos años y medio para hacerlo.

Como sea, acabemos con esto antes de que llegue la hora de dormir o Fidel se enojará', diría mientras Regis tomaba algo de mi éter para la lucha. Pero antes de que pudiéramos movernos, algo sin precedentes sucedió.

¡Amo, una grieta! - gritaría Regis, haciéndome voltear a verlo, ya que él detectaba mucho mejor el éter que yo por su olfato. Y tal como lo había predicho, una enorme grieta apareció consumiendo a los 49 soldados Alacrya en dos masas monstruosas de apariencia humanoide, similar a la que me enfrenté hace dos años, pero algo era diferente: estos eran de segunda clase.

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