~CAPÍTULO 5~ Duele. Sumisa

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Él conocía muy bien a su esposa y sabía que haría exactamente aquello; y ahora tendría a la pequeña nuevamente a solas.

El cuerpo de (TN) tembló y se quedó fría, no quería, no quería estar nuevamente con él a solas.

-Aun me falta terminar—dijo con la voz temblorosa, rogando que su hermana aceptara y no la mandara con su cuñado.

-¡Te he dicho que vayas!—le gritó poniéndose de pie—Cuando yo te diga que hagas algo ¡Hazlo! No quiero un no, ¡No quiero una maldita palabra de tu estúpida boca!—la empujó y la pequeña chocó contra la pared, topándose el hombro con una repisa en las que estaban los floreros. Donghae observó la escena sin decir nada, ¿Qué era lo que le ocurría? ¿le fascinaba ver a la pequeña sufrir o llorar? Mordió su labio mientras veía las lágrimas de la pequeña correr y sobaba el brazo. Sonrió y luego giró para adentrarse a su alcoba puesto que era cuestión de minuto para que su pequeña prostituta viniera con él.

Se apoyó en la pared y esperó por aproximadamente tres minutos. Vio a la pequeña ingresar muy despacio, y en completo silencio. Donghae la dejó ingresar por completo y luego cerró la puerta con sumo cuidado. Ella se estremeció al oír la puerta cerrarse y se giró en modo de alerta, observó al hombre que ahora era su pesadilla, y sintió terror nuevamente, quería huir, correr o incluso matarse.

-No me haga nada, por favor—suplico arrodillándose, y poniendo las manos en frente de sus rodillas, con la mirada al suelo y su cabello cubriéndole el rostro.

-¿Qué pasa (TN)?—empezó a acercársele, lentamente—No me trates de usted, tutéame. Trátame de tu, llámame por mi nombre, Donghae-- Ella mantuvo la cabeza abajo, escuchando los pasos de él, acercándose, hasta que finalmente tuvo la vista de sus zapatos. Estaba junto a ella, enfrente y ella estaba a sus pies.

Donghae se agachó y se puso en cunclillas, la observó lentamente y dirigió sus manos hasta la barbilla de ella para empezar a levantar su rostro—

-Vamos, anímate. Llámame por mi nombre—dijo susurrando sin dejar de observarla—llámame Donghae—

- Yo... yo...-- susurró temblorosa y llena de terror—Perdone...

-Llámame Donghae—dijo él molesto y frunciendo el ceño— Quiero que mi prostituta me llame por mi nombre—

La pequeña abrió los ojos de par en par... ¿Acababa de llamarla su prostituta?—

-Por favor—suplicó—No lo haga, por favor, no me haga daño—dijo temblorosa tratando de detener la maldita vida que le había tocado—usted es el esposo de mi hermana—

-Joder—escupió Donghae—Prefiero tu estúpida boca cerrada. Tu maldita hermana ni siquiera nota que soy hombre y que la deseo en la cama—dio un golpe en el piso, haciéndola sacudirse a (TN)—En cambio tú, eres tan hermosa—apaciguó su voz empezando a excitarse al momento en que empezaba a bajar su mano por el cuello de la pequeña, y luego mover despacio el polo de esta, acariciando y sintiendo la piel de ella, y provocando que ella solo empezara desesperarse por querer correr y lograr huir de él—Tu eres mía ahora, eres mi prostituta—susurró en sus labios y luego mordió el labio inferior de (TN) para empezar a besarla lentamente. Ella no se movía y en un acto de desesperación lo empujó con fuerza, haciéndolo que pierda su equilibrio y que por poco cayera. Ella seguía arrodillada, con las manos en su rostro y empezando a llorar, por no poder levantarse puesto que su cuerpo parecía petrificado ante la idea que ahora la golpearía por haberlo rechazado—

-Perdone, por favor... no me golpee... no me lastime- empezó a llorar desconsolada y con el cuerpo tiritando—

-Estúpida—se enfadó él para tomarla del cabello y hacerla levantarse un poco, quedando levantada y arrodillada a la vez—Muy mal, te has comportado mal pequeña prostituta... te has portado mal—

Como ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora