Como Prostituta

~CAPÍTULO 30~Choi Siwon

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Se apartó y nuevamente sujetó la máscara disponiéndose a quitársela.

Toc, Toc. El sonido de la puerta al tocarse la puerta pareció hacer detener los latidos de Donghae y viendo cómo ella se apartó con una sonrisa pícara, disponiéndose a abrir la puerta de la habitación; haciendo que se esfumase la imagen de su cabeza al tener la incertidumbre de saber si era su pequeña.

-¿Terminaste?—Una voz de varón se escuchó al otro lado—Él te quiere ver. Te está esperando afuera para ya sabes qué—Le habló. Escuchó a la mujer aceptar lo que el hombre le hablaba y luego volvió a cerrar la puerta—

-Lo siento cariño pero ya te tienes que ir. Estaré ocupada esta noche. Donghae se quedó perdido en aquellos ojos de la mujer, aquellos ojos que solo le decían que ella era su pequeña—

-¿Puedo volver a verte?—Le preguntó suplicante, sin importarle que ella lo viera desesperado por estar con ella.

-Vuelve otro día cariño. No tengo tiempo para ti hoy—Se apresuró a terminar de vestirse con un vestido rojo y luego tomó su bolso-- ¿Te quedas o te vas?—Miró al hombre parado y con expresión triste... ¿Quién era él y qué es lo que quería? No importaba, estaba retrasada gracia a él y eso a Choi Siwon no le iba a gustar—Nos vemos luego cariño. Sales cerrando la puerta—Le habló y abandonó de la habitación de prisa, haciendo ruido al chocar los tacones con el piso, avanzando a paso apresurado.

-Nos vemos luego Heechul—Se despidió acercándosele para reposar un beso en la mejilla de él—

-Nos vemos luego preciosa—Le sonrió Heechul soltando un poco de humo en su cara-- ¿Quieres uno?—

-Sabes que a él no le gusta que fume—Respondió ella tomando uno de los cigarrillos que él le ofrecía—Pero lo guardaré para después—Le guiñó el ojo y dando media vuela salió del prostíbulo por la puerta posterior. Su mirada reposó sobre el auto negro con lunas polarizadas, aceleró el paso hasta llegar a él y abrió la puerta para ingresar.

-Linda tarde preciosa—La voz de él retumba en sus oídos mientras se inclina hacia adelante para presionar los labios con los de aquel hombre—

-Perdona. Sabes que el trabajo se me presenta a cualquier hora—Le sonrió apartándose para buscar en sus cartera y sacar su labial y volver a remarcar sus labios. Ella era ahora la amante de Choi Siwon, uno de los más grandes de la industria en Corea del Sur. Poderoso y con la facultad de haber podido invertir en ella cuando apenas tenía dieciocho para después convertir a su prostíbulo en el mejor de Corea. Claramente Siwon recordaba claramente que le había pedido a Heechul que la quería comprar para que atendiese solo sus deseos, pero Kim Heechul se negó rotundamente puesto que sabía que ella era una mina de oro, y ciertamente no se equivocaba.

A él no le importaba que la mujer que tenía a lado y le acompañaba a muchos lugares, viajes y casonas; fuera una prostituta... era hermosa, la más hermosa que jamás había visto... era una lástima que cuando la conocía ya se había casado o de caso contrario la hubiese convertido en su mujer.

Por otro lado, Kim Heechul y él tenían un contrato, (TN) jamás podría casarse ni estar con ningún hombre porque ella le pertenecía, había invertido demasiado en ella, la había dotado de hermosas joyas y ropas caras, todo lo que quisiera, todo... su condición había sido que ella siempre estaría sola, sola y para él. (TN) no tenía ningún problema que la atara e impidiera a firmar un contrato así, además que con ello lograría agradecería a Kim Heechul y a las chicas que tanto habían cuidado de ella por todos estos cuatro años.