~CAPÍTULO 32~ La niña de Akemi

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La monja la observó detenidamente ¿Quién era la joven que observaba con ojos desesperados tras las rejas?—

-Lo siento. Las niñas duermes ¿Quién eres tú? ¿Tu hija está aquí?— Muchas para ella. (TN) se quedó en silencio y con el corazón a punto de salírsele de la boca ¿Cómo podría decir que dejó a su hija en este lugar?... que la abandonó, esa es la palabra correcta—

-No- Negó con la cabeza llevando las manos hasta sus mejillas y sorbiendo su nariz—Perdone. Ya me voy. Muchas gracias—Se dio media vuelta dejando atrás nuevamente a su pequeña hija ¿Seguirá allí? Quería verla ¿Cómo estará? Apenas la recuerda... tan pequeña e indefensa pero la recuerda.

Caminó en silencio por la ciudad hasta llegar al departamento en que se encontraría con él. Abrió la puerta e ingresó—

El hombre estaba sentado en el sofá, quien al verla se puso de pie y caminó hasta llegar con ella, quien apresurado la abrazó para besarla, pero ella no le correspondió animada—

-¿Te pasa algo?—Le preguntó tomando su rostro con las manos, notando enseguida que ella tenía lágrimas en los ojos-- ¿Qué ocurre (TN)? ¿Por qué lloras?—Durante todo el tiempo que se habían convertido en prácticamente amantes, él jamás la había visto llorar—

-No es nada—Lo abrazó para apretarse con su cuerpo y sentirse protegida, dando a notar que ese "nada" significaba un todo, pero no se lo haría saber—Te extrañé—Susurró en su pecho—

-Yo también—Le contestó—Vernos solo una cuantas horas en las noches no me agrada mucho (TN)—

-Algún día me marcaré contigo, Kyuhyun—Le habló esperando una respuesta, pero solo guardó silencio... ¿Será que él no la amaba como ella a él? No importa, solo quiere estar a su lado.

-¿Quieres algo de beber?—Le preguntó Kyuhyun al mismo tiempo que la soltaba para alejarse y dirigirse a la cocina. Ella lo siguió sintiendo un cosquilleo en el estómago. Un cosquilleo que era causado por aquel joven que solo le llevaba dos años de diferencia.

Tomó asiento junto a la mesa y esperó el café caliente que él le sirvió, lo tomó con sus manos y bebió un sorbo—

-¿Cómo te fue el día de hoy?—Preguntó (TN) tratando de entablar una relación, últimamente entre ellos no había cruce de palabra, todo era sexo.

-Bien—contestó y enseguida se puso de pie, Metió la mano al bolsillo de su pantalón y sacó su teléfono celular, apartándose para poder hablar lejos de ella ¿Con quién charla?—

Al cabo de unos minutos Kyuhyun volvió, y sujetando su billetera puesta sobre la mesa se acerca a ella y levantar su barbilla para reposar un beso en sus labios—

-Nos vemos mañana. Tengo que irme—

-¿Ya te vas?—Preguntó un poco asombrada—

-Si. Estás cansada y supongo que querrás tu espacio—Le habló él saliendo. Una prostituta y está indispuesta para él... maldita zorra. Te acuestas con todo el mundo y a mi vienes a querer buscar consuelo. Piensa él apretando los dientes... ella no era la única mujer que podía complacerlo.

-Cuídate—Se despide ella con una expresión de tristeza en el rostro. Ella solo esperaba que la consolara y la hiciera sentir mejor, pero ya ven, no todo es como uno quiere.

Se quedó allí por un largo momento pero al sonar las 12:30 ya no soportó más estar sola y se regresó a la casa de las prostitutas, en donde las luces estaban apagadas y nadie caminaba ya por la casa. Todas estaban en el trabajo. Se dirigió a su habitación y se quedó profundamente dormida.

Como ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora