Como Prostituta

~CAPÍTULO 1~Pánico

ATENCIÓN--- Escenas fuertes de violencia en escenas futuras. No recomendado para todos--

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No me hagas daño papá... dijo la pequeña (TN), con solo quince años de edad...

-No te pasará nada (TN)—contestó el hombre, mientras la acariciaba lentamente, deslizando sus manos por sus muslos. Ella estaba en su habitación, su padre la había sorprendido mientras se vestía y encontrándola solo en ropa interior. (TN) (TA) vivía aterrada con los constantes acosos de su propio padre.

La familia tenía dos únicas hijas mujeres, Yura y (TN)... completamente opuestas, una era dulce y muy amable, mientras que la otra solo maltrataba a su pequeña hermana... pero (TN) jamás la acusó, ella tenía la esperanza de que algún día la llegara a querer tanto como ella a Yura... anhelaba el cariño de su hermana a pesar de que ellas se levaban siete años de diferencia.

Todo empezó cuando tenía ocho años de edad, ella era bastante tímida pero muy alegre, su padre observó en la pequeña niña... el reflejo vivo de su propia esposa, la madre de (TN)... ojos cafés claros y profundos, una hermosa cabellera negra, larga y completamente lacia... la niña era realmente hermosa... el hombre siempre había estado orgulloso de su propia hija... pero jamás imagino que empezaría a verla de otra manera.

A su padre le gustaba estar a solas con la pequeña y el cariño que (TN) le tenia se fue transformado en terror hacia su padre, su cuerpo la temblaba cuando lo veía y solo quería correr lo más lejos que pudiera, pero su cuerpo no le respondía, la horrorizaba y el miedo la congelaba cada vez que veía a su padre... su verdugo por más de seis años.

Para la desgracia de (TN), su hermana Yura, se casó con un hombre que jamás conoció... su hermana era celosa de su hermana... no la quería cerca de ella y tampoco quería que su esposo supiera de su existencia. Cuando la hermana mayor de (TN) se marchó de casa, los acosos de su padre hacia ella aumentaron, a él le gustaba acariciarla, hacerla sentar en su regazo y oler el aroma de su piel.. él era adicto a su propia hija.

¿Qué si alguna vez ha intentado decirle a su madre? Si, lo ha hecho... pero solo logró que ella se riera pensando que era una broma realmente buena y a la vez le prohibió hacer tal broma a los demás ¿Qué pensarían de su padre si dijera eso a las personas de fuera? (TN) se sentía sola, estaba sumisa y no podía dejar de pensar más que en que cada vez que llegaba a casa su padre la llamaría con la excusa de que le hiciera algún favor, tratando de buscar la forma de tenerla a solas.

Ya habían pasado los años y la pequeña (TN) se había convertido en una joven demasiado guapa, su cabello largo y sus hermoso ojos de mirada penetraste pero triste y siempre perdidos... ya ni siquiera se podía concentrar en clases... solo podía pensar en sus padre... en la sola idea de qué cosas le haría la llegar a casa.

Varios jóvenes bien parecidos habían intentado conquistarla, pero ella solo temblaba al momento que alguien quería tener algo con ella, tenia miedo... ella solo podía ver que todo el mundo la quería hacerle daño... ella vivía en un mundo de tortura constante, o al menos es así como lo veía.

Sin embargo, hasta la sus dieciséis años y casi diecisiete, su padre no la había ultrajado y por algún razón, su esposa siempre llegaba antes de lo planeado, todo parecía ayudar a (TN)... pero fue en su décimo sétimo cumpleaños que la madre de (TN) salió con la excusa de ir a trabajar, yendo a comprarle algo a su única hija, (TN). (TN) se quedó a solas con su padre y esta sabia claramente que su esposa tomaría tiempo. La pequeña había ingresado a duchase confiando en que su madre estaba en casa, pero ella había salido sin previo aviso(TN) siempre aseguraba con llave y su madre era la única que tenía una dúplica, pero su padre lo había planeado todo... había conseguido sacarle la llave a su esposa, y mientras su hija se duchaba, el hombre aprovechó para entrar a la habitación y cerrar muy bien, echando llave a la puerta; tomo asiento en la cama y se empezó quitar los pantalones mientras se masturbaba con solo oler el aroma de su propia hija.