Como Prostituta

~CAPÍTULO 36~Pesadilla del pasado

-Nos volvemos a ver (TN). ¿No recuerdas a tu viejo amigo y compañero de cama?— Gimió en su oído—

Ella se sacudió y de inmediato se apartó para mirar a aquel hombre ¿Quién era? ¿Por qué la llamaba tal y como aquel hombre, posible padre de su hija, la llamaba?—

-¿Quién eres?—Preguntó fría y observándolo seria.

-Vaya—Habló Liam subiendo las manos hasta las mejillas de ella y rosándola despacio—sí que has cambiado. Si fueras como te recordaba te hubieses asustado y hubiese echado a correr—Le sonrió bajando la mirada por todo su cuerpo, deleitándose con aquella chica que hace tan solo unos años era una cría, pero ahora... ahora era toda una mujer.

-¿Quién eres y por qué me llamas por ese nombre?—Preguntó ella sin temblar y firme en sus palabras. Si aquel hombre la conocía entonces le diría más de ella.

-De verdad ¿No sabes quién soy o solo te haces?—Arqueó las cejas—

Akemi lo observó detenidamente pero por más que intentó recordar no lo lograba.

-Acompáñame—Le dijo haciendo un gesto con su mano para que lo siguiese. Dio la vuelta y caminó en dirección a su habitación, mientras las demás chicas susurraban entre ellas al verla llevarse a un hombre a la cama. La detestaban, le tenían envidia y deseaban su muerte.

-¿Qué es lo que miran?—Les llamó la atención la mayor, Raina. Amiga de Akemi—Vayan a realizar sus labores que no hay nada qué mirar—Cubrió a su amiga haciendo que las demás prostitutas se marcharan.

Akemi caminó con el hombre hasta llegar a su habitación, en donde cerró la puerta y se paró fija, con los brazos cruzados—

-¿Acaso no me tienes miedo (TN)?—Preguntó el hombre acercándose hasta ella para tomarla de la cintura y apegarla a su cuerpo, olfateando la piel de la chica—

-¿Acaso me hiciste algo malo?—Preguntó ella sin detener al hombre—Dime todo lo que sabes y te daré lo que quiere a cambio de nada— Propuso, haciendo que el hombre llevara la vista hasta la de ella.

-¿Saber qué? ¿Acaso tienes amnesia?—Arqueó las cejas—

-Eso no te importa—Habló ella levantando las manos hasta el pecho de él para acariciarlo lentamente-- ¿No me dirás lo que quiero? ¿Acaso no quieres tirarme?—Susurró rosando sus labios—Sé muy bien que lo quieres—

-¿Bromeas?—Habló con la voz ronca—Quiero todo de ti. Todo—La empujó haciéndola caer sobre la cama y subiendo sobre ella, desesperado por quitarle la ropa y sintiendo su erección apretándola por sus pantalones—

Akemi cerró los ojos mientras aquel hombre la buscaba desesperado por tenerla.

-mmm—mordió su labios cunado el hombre la apretó contra su cuerpo, introduciendo su lengua en la boca de ella—

El hombre sujetó su cinturón de sus pantalones y empezó a quitárselo, pero antes de que siga, Akemi le sujetó las manos—

-No me acostaré contigo sin antes haberme dado lo que te pedí—Sonrió divertida, viendo, a desesperación llena de excitación en su rostro. Amaba poner como locos a los hombres, amaba tener el control sobre ellos. Definitivamente ella estaba hecha para ser una prostituta.

-¿Qué?—Preguntó él un poco desesperado y sintiendo enfado al haberlo detenido. Maldita perra— ¿Quieres que te haga recordar la razón por la que debes tenerme miedo?—Habló el molesto y levantando la manos para sujetar de su cabello—

-No sé quién mierda eres y lo que me hayas echo en el pasado me tiene sin cuidado—Habló Akemi fluidamente—Esta es mi casa. Me pones un dedo encima y te sacan a patadas... ¿Crees que te tengo miedo?—Rio vacilante-- Debes de estar mal de la cabeza cariño—