CAPITULO 50

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EMMA 

Aproveché una de las visitas del médico para pedir el alta voluntaria. 

No podía seguir postrada en aquella cama. 

Me puse el vestido blanco, aunque a esas alturas era mas negro que blanco, y con las alpargatas del hospital y el bolso al hombro, salí de la habitación. Parecía un zombi salido de The Walking Dead

Miré al chico alto y fuerte, vestido de negro, que estaba junto a la puerta en una pose casi estática. 

—¿Cómo te llamas? —le pregunté. 

—Luca, señorita —respondió él sin mirarme a la cara—. Vuelva a la habitación, por favor. 

—Está bien, Luca. Acabo de recibir el alta y necesito hablar con Adriel. Sé que estás aquí para vigilarme, así que, ¿podrías llevarme? 

Finalmente, me miró y frunció el ceño. 

—¿Está segura? 

Puse los ojos en blanco. 

—Podemos preguntar en recepción si no me crees. 

Asintió con la cabeza una sola vez e hizo un gesto con la mano para que caminara por delante de él. 

El fin de un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora