SUSURROS EN LA OSCURIDAD|| 2 Finalizada

CAPITULO 26

Alex se despertó de golpe, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Se llevó la mano a la frente, tratando de calmarse. Hacía mucho que no tenía pesadillas con lo ocurrido esa noche... Valeria... su muerte seguía siendo una herida abierta, aunque intentara ocultarlo. Las imagenes

Se levantó de la cama, todavía afectado por los recuerdos, y decidió que lo mejor sería darse una ducha para despejarse. Caminó hacia el baño, sintiendo el peso de todo en sus hombros. Abra el grifo y deje que el agua caliente comience a correr. Se despojó de la ropa y se metió bajo la ducha, sintiendo cómo las gotas comenzaban a deslizarse por su cuerpo, relajando los mús.

Apoyó las manos en la pared de la ducha, dejando que el agua lo cubriera. Pero en lugar de encontrar alivio, una oleada de recuerdos lo golpeado. Las imágenes de anoche comenzaron a invadir su mente. 

Recordó cómo le había dicho a Julia que la quería, algo que no había planeado, pero que había salido de lo más profundo de su ser. Vio la sorpresa en los ojos de Julia, su sonrisa, y el modo en que se había acercado a él, como si no pudiera creer lo que había escuchado.

También recordó cómo ella le confesó, entre lágrimas y emociones desbordadas, que estaba enamorada de él. La sinceridad en su voz lo había desarmado, lo había dejado vulnerable. Todo lo que sentía por ella, mezclado con el miedo de volver a amar, se había agolpado en su pecho como una tormenta.

Alex cerró los ojos con fuerza, apoyando su frente contra la pared de la

Valeria...Julia...

El recuerdo de Valeria muriendo en sus brazos se superpuso a las palabras de Julia. Esa misma sensación de impotencia, de pérdida, volvió a él con fuerza. Había amado a Valeria, y su muerte lo había dejado destrozado, incapaz de ser el mismo desde entonces. Y ahora, Julia... ¿Qué significaba todo esto? ¿Cómo podía permitirse volver a sentir algo tan profundo cuando sabía que en su mundo, amar era una sentencia de dolor?

Con un suspiro profundo, Alex apoyó su mano en la pared, las gotas

El agua seguía cayendo, pero no podía ahogar los pensamientos que ahora lo invadían. Julia... lo amaba. Y él la amaba también. Pero, ¿podría permitirse sentir?

En otra habitación de esa misma mansión, Julia dormía profundamente. Era la única paz que parecía encontrar últimamente, el único escape de los problemas y la confusión que

Poco después, abrió los ojos lentamente, con la cabeza pesada y la boca seca. Una punzada de dolor atravesó su sien, y lo primero que sintió fue la resaca que la golpeaba con toda su fuerza. Se llevó una mano a la frente, intentando calmar el latido en su cabeza, y luego se incorporó en la cama, todavía adormilada, pero lo suficientemente con.

Se levantó con dificultad y se tambaleó hacia el espejo del baño. Cuando se vio, su aspecto confirmó lo que ya sentía: llevaba la misma ropa de ayer, arrugada y desordenada, el maquillaje corrido bajo sus ojos, y el cabello desaliñado. Parecía que había

Mientras se miraba al espejo, los recuerdos de anoche comenzaron a inundarla, aunque de manera fragmentada y borrosa. Recordaba haber bebido... mucho. Luego, empezó a recordar algunas partes más claras: ella desahogándose frente a Alex, gritando, llorando, contándole todo lo que llevaba dentro desde hacía tanto tiempo.

"Mis padres eran alcohólicos... me abandonaron... tuve que soportarlo todo, y luego me dejaron sola".

"Me metí en esta mierda porque no tenía otra opción".

"¡No lo entiendes, Alex, no sabes lo que es vivir así!"