Cálido y reconfortante

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Mi recuperación fue bastante rápida a decir verdad. En momentos como esos, es cuando agradezco la existencia de la magia, porque estoy seguro que de no haber sido tratado por una bruja médico, me hubiera tardado muchísimo más en recuperarme.

Me preguntaba qué hacía la escoba Shooting Star ahí, ¿cómo se había escapado? Lo peor fue que las profesoras ni siquiera tuvieron tiempo de atraparla. Así como llegó, se fue, sin dejar rastro.

Mis amigas fueron a verme apenas tuvieron oportunidad, cosa que no me esperaba. Estaban preocupadas por mí, esa fue la primera vez que alguien estuvo verdaderamente preocupado por mí. Claro, la directora Miranda me había ayudado mucho y por ella es que estoy en la academia en primer lugar, pero lo que vi en mis tres amigas fue muy distinto, fue... No tengo palabras para describirlo.

Tuve que insistirle a la enfermera para que las dejara pasar, ya que ella decía que necesitaba tiempo a solas para descansar. Cuando por fin las dejaron pasar donde yo estaba, Akko corrió hacia mí y me abrazó fuertemente, al parecer, creía que iba a morir. Me sorprendió ver a Sucy preocupada, ya que normalmente siempre se muestra indiferente a casi todo. A Lotte la tuve que convencer de que estaba bien, parecía muy angustiada, más que las otras dos.

Volví a insistirle a la enfermera hasta el hartazgo, esta vez para que me diera de alta y me dejara ir a mi habitación, finalmente accedió cuando Akko se unió a mi insistencia.

Akko y Sucy salieron primero de la enfermería, Lotte me esperó adentro mientras yo agarraba mis cosas, entonces hizo algo que me dejó confundido, me abrazó y me dijo que no volviera a hacer una estupidez así.

No fue como el abrazo de Akko, fue... diferente. Era cálido y reconfortante, por primera vez...

Me sentí seguro en los brazos de alguien.

Abrí los ojos lentamente. Como pueden ver, suelo divagar en mis pensamientos antes de dormir.

Me quedé un rato viendo el techo de la habitación, escuchando de fondo los ronquidos de Akko.

Me di vuelta en la cama y vi hacia la de Lotte, ella estaba despierta.

Y me estaba viendo.

—¿Tampoco puedes dormir? —pregunté.

—Eh... —vaciló— ya estaba por dormirme. —Se dio media vuelta, dándome la espalda, y se envolvió con la manta— buenas noches, Mikey.

—Buenas noches, Lotte —le dije en respuesta.

Qué chica tan rara.

El Primer, Único e Inigualable Brujo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora