XXXIII

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- La verdad es que... - lo mire a los ojos, pero en el fondo sabía que aún no estaba preparado para conocer la verdad y yo no estaba preparada como para que con mis palabras provocará que él desconfiara de su familia y destruyera su lazo con sus padres - La verdad es que... También te extrañe - fue lo único que salió de mis labios.

Él removió su silla y se impulso a abrazarme y acariciar mi cabello con una de sus manos, mientras la otra sobaba delicadamente mi espalda - Finalmente lo admites - pude sentir su sonrisa mientras yo correspondía a su abrazo, aún sintiendo el frío en mi estómago por no poder decirle la verdad y sentir las lágrimas recorrer por mis mejillas. Él se separó un poco de mi y me miró para después darme un cálido beso en la frente - ¿Te molesta si me quedo contigo está noche?

- ¿Qué? - mi reacción fue divertida para él, porque al parecer le causó gracia - Dijiste que te irías después de beber el café.

- ¿No puedes hacer una excepción? Déjame dormir contigo está noche - mis mejillas se tornaron de un rojo carmesí al oírlo decir eso.

- ¿Dormir conmigo? ¿En la misma cama? - dije nerviosa.

- ¿Por qué te sonrojas, Amy?

- ¡No lo estoy! - me aleje de él tocando mis mejillas.

- ¿Qué está pasando por esa cabeza tuya? - me dirigió una mirada pícara mientras se acercaba a mi rostro - ¿Acaso tienes miedo?

- ¡No! - lo empuje y me puse de pie - Puedes quedarte aquí - balbuceaba de los nervios que Eunwoo me provocaba - Pero te quedaras en el sofá.

- ¿En el sofá? - Eunwoo no estaba de acuerdo - Pero yo quería...

- ¡He dicho que en el sofá! - corrí a buscar algunas mantas y almohadas para que él descansará cómodamente - Toma - le extendí las mantas y juntos comenzamos a acomodar el sofá cama que tenía en mi sala - ¿No quieres ir por un poco de ropa a tu apartamento? ¿Seguro puedes dormir con esa ropa?

- Sí voy a mi apartamento ya no volverás a abrirme la puerta. Traigo una camisa cómoda y este pantalón de traje no es tan incómodo - respondió el.

Bueno al menos lo había intentando - Listo. Ya quedó.

Eunwoo se sentó en el sofá cama y lo probó - No está mal, es más cómodo de lo que recordaba.

- Claro que lo es. La última vez estabas ebrio, ¿Lo olvidas?

- No, no lo olvido - mostró una sonrisa.

- Apagare la luz - me dirigí al interruptor y lo presione - Buenas noches.

- Amy - me llamó Eunwoo - Tengo un poco de sed, ¿Podrías ofrecerme tomar un vaso de agua?

- ¿Tienes 5 años? Solo párate y tómalo.

- ¿Por favor? - no podía resistirme a su tono de voz.

Volví a prender las luces y le serví un vaso de agua..

- Toma - lo puse en la mesita de la sala - Ahora ya duérmete - volví a apagar el interruptor - Buenas noches.

- Amy - volvió a llamarme.

- ¿Ahora qué?

- ¿Podrías... Podrías darme un beso antes de irte?

- ¿En serio crees que eres un niño? - dije en un tono molesto - Ahora entiendo porque tus padres te enviaron a vivir solo.

- ¡Oye! - dijo indignado - Fue mi decisión vivir por mi propia cuenta.

- Te haces el rudo, pero por dentro aún sigues teniendo un espíritu infantil.

- ¿A quién llamaste infantil? Todavía que me dejas dormir solo en el sofá, te pones muy agresiva conmigo. Olvídalo, vete a dormir - se cubrió con las mantas.

Bastó Con Un Sorbo Para Recordarte (Cha Eunwoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora