♡ Capítulo 11 ♡

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Hoy era un día especial. No solo porque estaba comprometida con Finnian, algo que aún parecía un sueño del que no quería despertar, sino porque era un momento importante para él. Finnian iba a ser ascendido a capitán, un honor que merecía por su dedicación y valentía. Mi corazón latía con emoción y orgullo mientras me preparaba para el evento.

Miré mi reflejo en el espejo, ajustando los últimos detalles de mi vestido. Era un vestido sencillo pero elegante, en tonos suaves que resaltaban la luz de mis ojos. Sabía que no era un evento de gala, pero quería que Finnian se sintiera orgulloso de que estuviera a su lado.

La ceremonia se llevaría a cabo en el patio del cuartel, donde sus compañeros se reunirían para celebrar su logro. Mientras caminaba hacia allí, podía sentir una mezcla de nervios y emoción en el aire. No solo por lo que estaba a punto de suceder, sino porque, con cada paso que daba, me sentía más cerca de un futuro juntos.

Cuando llegué al patio, ya había algunos amigos y compañeros de Finnian reunidos. Sus risas y charlas llenaban el ambiente, pero lo que realmente me cautivó fue la figura de Finnian, de pie al frente, con una expresión seria pero esperanzada. Me detuve un momento, simplemente admirándolo. Su postura erguida y su mirada decidida lo hacían ver aún más atractivo.

Cuando nuestros ojos se encontraron, una sonrisa se dibujó en su rostro y mi corazón se derritió. Caminé hacia él, sintiendo que todo lo que había pasado hasta ahora, cada carta, cada risa compartida, cada beso furtivo, había llevado a este instante. Estaba tan orgullosa de él.

La ceremonia comenzó, y el oficial encargado de la ascensión habló sobre los logros de Finnian. Lo escuché atentamente, cada palabra resonaba en mi corazón. Hablaban de su valentía en el campo, de su dedicación y de su compromiso con su deber. Era todo lo que yo veía en él, y me sentía afortunada de ser parte de su vida.

Finalmente, llegó el momento del ascenso. Cuando le pusieron el nuevo insignia en el uniforme, el aplauso resonó a nuestro alrededor, y yo fui la primera en aplaudir con fervor. Finnian se volvió hacia mí, sus ojos brillando de felicidad. Lo vi sonreír con orgullo, y no pude evitar correr hacia él, envolviéndolo en un abrazo fuerte.

—Lo hiciste, Finnian —exclamé, mi voz llena de emoción.

Él me abrazó con fuerza, y sentí cómo su pecho se movía al compás de su risa.

—No podría haberlo hecho sin ti a mi lado —respondió, sus ojos fijos en los míos, como si en ese instante solo existiéramos nosotros dos.

La celebración continuó, y entre risas y aplausos, sentí que cada momento era un regalo. Finnian y yo pasamos la tarde rodeados de amigos y compañeros, compartiendo historias y risas. Cada palabra, cada toque, me llenaba de una alegría indescriptible.

A medida que el sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo de tonos dorados y anaranjados, Finnian me llevó a un rincón apartado del patio.

—Lissi —dijo, mirándome a los ojos—, no solo es un día especial para mí. También lo es porque tú estás a mi lado.

Sonreí, sintiendo el calor de sus palabras. Era un día lleno de significado, no solo por su ascenso, sino también por lo que significaba nuestro amor en ese contexto.

—Siempre estaré a tu lado, Finnian. Eres todo para mí —respondí, sintiendo que las palabras eran verdaderas.

Nos acercamos lentamente, nuestros labios se encontraron en un beso dulce, lleno de promesas y amor. Era un momento perfecto, uno que atesoraría para siempre.

Finalmente, después de compartir algunas palabras más, decidimos regresar a la celebración, sabiendo que la vida seguía adelante y que juntos, podíamos enfrentar cualquier cosa.

El corazón de una Princesa ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora