Finnian Ascot
Mientras seguía observando a Lissi, aún perdido en su belleza, sentí una presencia a mi lado. Era mi padre, quien se acercó cautelosamente, como si también estuviera hipnotizado por la imagen que se presentaba ante nosotros. Con un gesto que intentaba ser sutil, me indicó a las tres chicas que estaban en la pista de baile, Lissi en el centro, rodeada por otros jóvenes que las miraban con interés.
—Finnian —dijo mi padre, en un tono que no podía ignorar—, si no le propones matrimonio a esa joven, ten por seguro que otro lo hará.
Su mirada se posó en mí, y podía sentir la presión de sus palabras. Mis ojos se dirigieron hacia los demás jóvenes, que, como buitres, observaban a las tres chicas con interés, pero su atención se centraba particularmente en Lissi. La forma en que algunos de ellos sonreían y se acercaban a ella comenzaba a encender un fuego de celos en mi pecho.
—No te preocupes, padre —respondí, tratando de mantener la calma—. Ella es diferente.
Mi mente daba vueltas, y la idea de que alguien más pudiera acercarse a Lissi, tomar su mano o susurrarle palabras dulces, me molestaba más de lo que esperaba. La sensación de posesión que surgía en mí era nueva y desconcertante. Ella era especial, y yo lo sabía. No podía dejar que se deslizara entre los dedos como un sueño que se desvanecía al despertar.
Mientras mi padre continuaba observando, haciendo comentarios sobre cómo la vida social podía ser una trampa o una oportunidad, mis pensamientos estaban totalmente concentrados en Lissi. Los recuerdos de nuestras interacciones pasadas, de cómo me sentí cuando la abracé, de cómo me miraba, comenzaron a llenar mi mente. Me daba cuenta de que no quería perder la oportunidad de tener algo significativo con ella.
—Así que, ¿qué piensas hacer? —preguntó mi padre, mirándome con una mezcla de curiosidad y advertencia.
Suspiré. La verdad era que no sabía exactamente cómo iba a manejar la situación, pero una cosa era segura: debía encontrar una manera de acercarme a Lissi antes de que otro se lo llevara.
Observé a Lissi mientras ella se alejaba con sus hermanas y su abuela hacia un rincón apartado del salón. A pesar de mi deseo de seguirlas, decidí darles espacio, convencido de que sería solo un momento. Sin embargo, esa paciencia se evaporó rápidamente cuando, tras unos momentos, vi a un joven acercándose a Lissi, su sonrisa revelando intenciones que no me gustaron.
Mi corazón latía con fuerza al ver cómo las hermanas de Lissi, entusiasmadas, la habían dejado sola. La imagen de Lissi rodeada de admiradores encendió una chispa de celos en mi interior. Un impulso casi incontrolable me llevó a levantarme y dirigirme hacia ella, decidido a no dejar que esa oportunidad se me escapara. Justo cuando el joven se inclinaba, presumiblemente para pedirle que bailara, intervení.
—Lissi —dije, acercándome rápidamente—, ¿te gustaría bailar conmigo?
El joven, al verse interrumpido, mostró un leve titubeo, como si se le hubiera escapado una oportunidad de oro. Pero no era momento para preocuparme por él. Lo que realmente importaba era que Lissi sonrió al verme.
—Claro, Finnian —respondió, su rostro iluminándose al reconocerme.
Tomé su mano y la llevé a la pista de baile, donde la música envolvía el ambiente con un ritmo suave. Sentir su mano en la mía era como un refugio en medio del bullicio. Con cada paso, la conexión entre nosotros se hacía más fuerte, y me perdí en la calidez de su cercanía y el aroma de su cabello.
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El corazón de una Princesa ✔
Fantasia"El corazón de una princesa" es una historia de valentía, amor y la búsqueda de la verdadera identidad en medio de las tensiones y complejidades de la vida real. Es el viaje de una mujer que, pese a haber nacido en la realeza, descubre que el verdad...