Me desperté con el suave llanto de Emily. Era muy temprano, casi no había luz afuera, pero sus pequeños sollozos llenaron la habitación en un instante. Me froté los ojos, aún adormilada, y me incorporé en la cama, mirando a mi pequeña de apenas una semana de nacida.
La revisé con cuidado, pensando que tal vez había ensuciado su pañal, pero para mi sorpresa no era eso. Sonreí ligeramente, aliviada, y me di cuenta de que lo que realmente quería era comer. Con suavidad, me acomodé de nuevo en la cama y la acerqué a mi pecho, permitiendo que empezara a alimentarse.
Me recosté ligeramente, apoyando la cabeza en la almohada mientras sentía a Emily succionar con fuerza. Sus pequeñas manitos, tan diminutas y frágiles, se aferraron instintivamente a mi pecho. Esa sensación me llenó de ternura. Aunque tan pequeña, ya mostraba señales de ser fuerte, y eso me tranquilizaba un poco.
No pude evitar que mis pensamientos volvieran al miedo que había sentido antes de su nacimiento. Había nacido prematura, ni siquiera había llegado a los nueve meses completos, y en aquellos momentos temía lo peor. ¿Y si no nacía bien? ¿Y si no lograba sobrevivir? Esos pensamientos me habían atormentado durante días, pero afortunadamente, Emily había nacido perfecta. Un poco más pequeña de lo normal, sí, pero perfectamente sana.
Miré su carita mientras seguía tomando de mi pecho. Su piel suave y rosada, sus ojos cerrados con ese aire de tranquilidad que solo los bebés tienen. Mi corazón se llenó de gratitud, por tenerla en mis brazos, por verla sana. Cada pequeña señal de su vida, desde su llanto hasta el agarre de sus manitos, me recordaba lo afortunada que era.
Le acaricié la cabeza suavemente, agradecida por cada pequeño momento, por el simple hecho de que Emily estuviera aquí, conmigo, creciendo fuerte cada día.
Cuando Emily terminó de alimentarse, la levanté con cuidado y la apoyé en mi hombro, dándole suaves palmaditas en la espalda para que sacara los gases. Sus pequeños movimientos me hacían sonreír, y cuando finalmente eructó, me sentí aliviada. La acomodé entre mis brazos y la llevé de nuevo a su cuna, donde la arropé con cariño.
Me quedé un momento observándola, tan pequeña y tranquila. Ya con su barriguita llena, se había vuelto a dormir. Me aseguré de que estuviera bien tapada antes de caminar de vuelta hacia la cama.
Al volver, me detuve por un segundo, mirando el lado vacío de la cama. El lugar donde Finn debería estar. Me hacía mucha falta, especialmente en estos primeros días con Emily, cuando todo se sentía tan nuevo y a veces abrumador.
Hace unos días, había recibido una carta suya. Me explicaba que la misión en la que estaba trabajando tardaría más de lo previsto. En la carta, se disculpaba por no estar aquí con nosotras, prometiéndome que volvería tan pronto como pudiera. A pesar de saber que estaba haciendo algo importante, el vacío a su lado en la cama me pesaba más cada noche.
Me tumbé en la cama, sintiendo el silencio de la casa, roto solo por la suave respiración de Emily desde su cuna. Cerré los ojos, intentando descansar un poco más antes de que el día comenzara por completo. Pero incluso en la tranquilidad, no podía dejar de pensar en cuánto extrañaba a Finn, deseando que su misión acabara pronto para que pudiera estar aquí con nosotras.
Me quedé dormida unos minutos más, o al menos eso pensé, hasta que un llanto familiar rompió el silencio. Me desperté de golpe, con el corazón acelerado, asustada. Miré hacia la cuna de Emily y la vi moviéndose inquieta, su carita arrugada por el llanto. El sol ya estaba alto en el cielo, iluminando toda la habitación. Había dormido más de lo que pensaba.
Me levanté rápidamente y fui hacia la cuna, tomando a Emily en mis brazos. "Ya, mi pequeña, ya estoy aquí", susurré mientras la sostenía contra mí. La revisé y me di cuenta de que era momento de cambiarle el pañal. A pesar de ser tan chiquita, su llanto era fuerte y claro, como si quisiera asegurarse de que nadie la ignorara.
![](https://img.wattpad.com/cover/377408935-288-k383606.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El corazón de una Princesa ✔
Fantasía"El corazón de una princesa" es una historia de valentía, amor y la búsqueda de la verdadera identidad en medio de las tensiones y complejidades de la vida real. Es el viaje de una mujer que, pese a haber nacido en la realeza, descubre que el verdad...