Después de regresar de aquel baile, donde había tenido la suerte de conocer a Finnian, una sensación de ligereza me invadió. Sentía que el peso que había estado cargando durante días se había desvanecido, y en su lugar, había florecido una chispa de alegría. Me sonreí al recordar cómo él había estado allí para ofrecerme su pañuelo, y cómo, poco a poco, logré olvidarme de mis lágrimas gracias a su compañía.
En mi habitación, me senté junto a mi escritorio y abrí mi libreta. Comencé a escribir, llenando las páginas con mis pensamientos y sentimientos. Me reí de lo tonta que había sido al llorar frente a él, sin darme cuenta de que alguien tan maravilloso estaba justo detrás. La forma en que su risa iluminaba la habitación y cómo me había hecho sentir como si todo fuera posible… Era como si un nuevo capítulo en mi vida hubiera comenzado, uno en el que podía ser yo misma sin temor.
Finalmente, tras escribir hasta que las palabras se agotaron, decidí que era hora de dormir. Cerré la libreta, sintiendo la calidez de la felicidad en mi corazón mientras me acomodaba en la cama.
A la tarde siguiente, decidí disfrutar del buen tiempo y la calidez del sol. Sentía que necesitaba un respiro, así que me dirigí hacia el río. Caminé por el sendero familiar que conducía a mi árbol, el cual había decorado con cintas de colores y flores frescas. Al llegar, sonreí al ver que todo se veía más hermoso que nunca.
Me acomodé en la rama que solía ser mi refugio, con un libro en mano, y me sumergí en la historia que había comenzado hace semanas. Las páginas se volvían más emocionantes con cada palabra, y me dejé llevar por la trama mientras el sonido del agua fluyendo a mis pies me brindaba paz.
El día se alargó mientras leía y disfrutaba del sol, sintiéndome libre y esperanzada por lo que estaba por venir. En mi corazón, había una pequeña llama encendida, una que ansiaba por la posibilidad de volver a ver a Finnian.
Mientras me acomodaba en la rama de mi árbol, disfrutando del aire fresco y de la calma del lugar, de repente escuché una voz que me tomó por sorpresa. Era Finnian, apareciendo de la nada con una sonrisa en su rostro que iluminó mi tarde.
—Hola, Lissi —dijo, como si ya nos conociéramos de toda la vida—. ¿Te gustaría dar un paseo o pasar un rato aquí? Me encantaría conocerte mejor.
Sentí que mi corazón se aceleraba, pero no podía resistirme a la oportunidad de estar con él nuevamente.
—Claro —respondí, sintiéndome un poco nerviosa pero emocionada al mismo tiempo.
Nos pusimos en marcha por el sendero que bordeaba el río, la brisa suave acariciando nuestros rostros. A medida que caminábamos, empecé a contarle sobre mi familia, omitiendo intencionadamente cualquier mención sobre mis lazos con la realeza.
—Me mudé con mi abuela hace un tiempo para buscar una vida más tranquila —le expliqué—, pero la verdad es que no ha resultado como esperaba. Desde que llegué, nadie parece notarme, ni siquiera me invitan a bailar.
Mientras hablaba, Finnian escuchaba atentamente, sus ojos fijos en mí con interés. Continué relatándole anécdotas de mi vida cotidiana y cómo había aprendido a disfrutar de los pequeños momentos, como los que pasaba bajo mi árbol.
—Eso suena... difícil —dijo él, asintiendo con comprensión—. A veces, es complicado encajar, incluso en nuestra propia familia.
Se detuvo por un momento, como si pensara en cómo compartir su propia historia.
—Soy hijo único —comenzó—. En realidad, mi vida ha sido un poco diferente. Dentro de unos días, seré soldado a tiempo completo. Por ahora, solo estoy haciendo guardias durante la madrugada, pero pronto me ascenderán a un cargo mejor. Mi madre tiene grandes expectativas para mí, así que hay mucha presión.
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El corazón de una Princesa ✔
Fantasi"El corazón de una princesa" es una historia de valentía, amor y la búsqueda de la verdadera identidad en medio de las tensiones y complejidades de la vida real. Es el viaje de una mujer que, pese a haber nacido en la realeza, descubre que el verdad...