𝐏𝐞𝐧𝐞́𝐥𝐨𝐩𝐞 𝐂𝐥𝐚𝐮𝐝𝐞𝐭𝐭𝐞 𝐑𝐨𝐛𝐚𝐧𝐞.
𝐏𝐞𝐧𝐞́𝐥𝐨𝐩𝐞 𝐂𝐥𝐚𝐮𝐝𝐞𝐭𝐭𝐞 𝐑𝐨𝐛𝐚𝐧𝐞.
Heredera al ducado Robane, y quinta heredera al imperio de Tempes. Hija del gran caballero carmesí, Félix Robane y de la princesa y duquesa Verónic...
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𝐉𝐮𝐝𝐢𝐭𝐡 𝐀𝐮𝐫𝐨𝐫𝐚 𝐑𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬-𝐑𝐨𝐛𝐚𝐧𝐞 |Princesa heredera|
Había nacido cuando el sol apenas comenzaba a mostrarse sobre horizonte, vestida con las telas más hermosas que podrían existir. La princesa Judith había demostrado desde una edad muy temprana que tenía una mente sumamente ágil cuando se trataba de termas de su imperio, siendo como su padre, la dulce princesa hacía flanquear al ex-regente, Caín Regulus, pero eso no era todo. Con una familia tan grande como la que tenía, los viajes a diferentes imperios y reinos era algo que ella había vivido, ya fuera por el hecho de recibir diferentes oportunidades para estudiar en las academias más prestigiosas, hasta ver a sus primos, los niños con los que había crecido y a los que visitaba cada que podía.
A diferencia de su padre, quien había logrado sacar la sangre de dragón con ayuda de la magia de su madre, Judith había nacido con alas. Hermosas alas doradas que hacían juego con su cabello dorado, alas que llegaban con el paso del tiempo a ser más grandes que ella, pero no llegaban hacer una molestia para su joven princesa, pues aunque no había una guerra a la que asistir, había desarrollado un increíble control con la espada y había aprendido a hacer uso de la magia que residía en su cuerpo.
A diferencia de la tensión que hubo entre el actual emperador, Callisto Regulus y el usurpador, Óscar Allen, quienes peleaban por el trono que era derecho absoluto del primer príncipe, los hijos que nacieron después de Judith y su hermano Axión, habían hablado con sus padres, ninguno de ellos estaba interesado en ser emperador, y Judith tenía todas las cualidades que podría haber.
—¿Pelear contigo? ¡Ja! Judith, eres la persona más adecuada para esto, ¡Naciste para esto— esas habían sido las palabras de su hermano Axión, quien le sonreía con dulzura a su hermana, besando su frente y susurrando palabras de alianzas, dónde todos caerían si algo le pasaba a ella, dándole paz a su hermana.
Judith fue coronada como princesa heredera a los dieciocho años, justamente en su mayoría de edad, también comenzó un cortejo con Bastián Porter el primer hijo del duque Porter, quien había sido exactamente como su padre, de cabello claro y ojos verdosos.
