Capítulo 40

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El brillo de sus ojos era tan llamativo, sus labios eran tan apetitosos y su aroma era como una droga. Su voz era una melodía. ¿Qué sentiría tocar lo prohibido? Quería saber qué tan suave era su piel y que dulce serían sus labios.

—¿Seungcheol? ¿Estás despierto?

Escuchó la voz de su Omega fuera de la puerta del baño. Cuando abrió los ojos, recordó dónde estaba: en la tina del baño. Había despertado tan cansado que solamente quería tomar una ducha con agua caliente. Alcanzó el reloj que estaba sobre una mesa para revisar la hora, había pasado más de cuarenta minutos ahí dentro.

Rodó los ojos y dejó salir un suspiro exhausto. Tomó algo de aire y se sumergió sobre el agua.

¿Qué demonios le ha estado pasando durante los últimos meses?

Él mismo se ha dado cuenta de lo mal que estaba al estar fantaseando al Omega de su mejor amigo. Porque sí. Wonwoo había llegado a voltear de cabeza la vida de todos, en especial la suya. Y, no se consideraba para nada un imbécil que se atreviera a traicionar a su mejor amigo, pero de algún modo, verlo vulnerable durante todo el proceso de pelear por la custodia de su hijo, una parte de él quería protegerlo.

Por no cortar sus sentimientos de raíz, y alejarse del terreno peligroso, dejó que todo eso creciera al pasar los días. Y se volvió un estúpido en hacerlo.

Salió del agua por completo, dejó que el agua de la tina se fuera por el drenaje mientras él cubría su cuerpo con una bata. Tomó sus pertenencias para salir de ahí, y encontrar a Jeonghan con los brazos cruzados.

—¿Por qué no me respondías?

—Perdón, solamente quería estar a solas un momento —comentó. Jeonghan solamente lo vio marcharse a la habitación, como si aquello fuera el final de la conversación.

—¿Tan solo podrías prestarme atención?

Seungcheol dejó lo que estaba haciendo, buscando su ropa, para girarse a ver al Omega. Se cruzó de brazos y alzó una ceja para examinar su rostro y darle a entender que podría seguir con lo suyo.

—¡Eres un idiota! —Jeonghan soltó de la nada. El Alfa simplemente rodó los ojos y continuó con lo suyo—. ¡Por dios, Choi Seungcheol! ¡Sabes a lo que me refiero!

—¿A qué te refieres? —Seungcheol se quitó la bata para comenzar a vestirse en lo que Jeonghan parecía estar haciendo una rabieta.

—Ni siquiera te atreves a mirarme como antes, tampoco me tocas —Jeonghan parecía querer llorar en ese momento, Seungcheol simplemente se acomodaba la camisa—. Es como si tu interés en mí desapareciera.

—Escúchame, Yoon Jeonghan —volvió a su esposo para mirarlo y encararlo—, los matrimonios tienen esto, momentos bajos y altos. ¿Crees que todo se centra en ti? Por favor, yo también necesito mi espacio, así que tranquilízate. Esto no significa que terminaremos.

—Eres un idiota, Choi —soltó Jeonghan con odio.

Seungcheol se movió de ahí para buscar una de las corbatas que guardaba, la tomó de acuerdo a su traje y la comenzó a acomodar sobre el cuello de su camisa.

—Quiero que me toques como antes, que me desees —suplicó.

Detuvo lo que estaba haciendo, sabía que Jeonghan estaba en su quiebre y él, irritado por eso. Se acercó a Jeonghan, lo tomó de los brazos y lo empujó consigo hasta la cama para tenerlo debajo suyo. Lo beso demandante, aprisionándolo sobre la cama para evitar dejarlo ir. Su beso era tan demandante, que a Jeonghan le costaba seguir su ritmo.

Introdujo la lengua sobre sus labios, haciendo el beso más obsceno. Cuando Seungcheol deslizó las manos sobre su cuerpo, Jeonghan captó que eso tenía un sentimiento diferente al de una persona llena de deseo, parecía que Seungcheol solamente ocupaba complacer a Jeonghan, sin amor.

All My Love [3ra Parte Semicolon] - OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora