All My Love [3ra Parte Semicolon] - Omegaverse

Capítulo 41

Citó a su mejor amigo en una cafetería cercana, donde puedan charlar en privado sobre la situación que lo ha estado atormentando. Movía la cuchara de la taza en círculos para diluir el azúcar en el café. Jihoon todavía no llegaba y seguía esperándolo.

La situación en su cabeza le carcomía, porque no era algo normal que enfrentar algo como esto en su vida. Nunca tuvo una recaída en su relación como en ese momento, y sentía que poco a poco estaba llegando a su fin. Era complicado pensar en una separación definitiva.

Levantó la cabeza en cuánto la campana de la puerta avisaba que alguien entraba por esta. Veía a un chico diferente a lo que recordaba en el pasado. El tinte rubio ya no estaba en su cabello, su piel seguía igual de clara pero el cabello largo le indicaba un cambio nuevo. El olor a miel mezclado con la madera le decía que Jihoon estaba ahí, con ese aroma tan característico, sin embargo, había otro aroma particular acompañando al Omega.

El aroma a bebé.

Cuando observó por el pasillo, había un niño de al menos dos años. Tenía un vaso entrenador en su mano derecha, con una mochila en forma de osito y un traje muy lindo para la ocasión, y con la mano izquierda tomaba la mano de quien intuía era su padre Omega.

Jihoon tenía un hijo.

—Jihoon... —murmuró cuando tuvo al Omega enfrente de él.

Apretó con fuerzas los labios para evitar sollozar. Rápidamente se levantó para abrazarlo con demasiado fuerza y Jihoon hacia pequeños sonidos en señal de queja.

—¡Jeonghan basta!

Habían pasado dos años desde la última vez que vio a Jihoon, dónde el menor de los dos salió lastimado por culpa de Mingyu. Experimento el sabor de la traición, y por más que Jeonghan quería hacerle entender a Jihoon que él estaría para el Omega, Jihoon no desistió de la propuesta de marcharse con Soonyoung a otra parte donde pudieran sanar sus heridas.

Se había enterado de un par de cosas antes de la completa ausencia del actor y de Jihoon. Al parecer, Soonyoung se había retirado temporalmente por decisión propia, deseaba tanto cuidar a su familia y al hijo que estaban esperando. Por ello, intuyó que Jihoon había quedado en cinta. Se casaron y no volvió a saber nada de ellos hasta hace dos meses. Dónde Jihoon finalmente habría respondido a todos los mensajes que le envió a lo largo de dos años y que posiblemente podrían reunirse cuando todo se acomodara.

Y nada mejor que hacerlo en ese momento de debilidad.

—Te ves tan diferente —apretó sus mejillas, haciendo que Jihoon hiciera boca de pato—. Te dejaste crecer el cabello y volviste al natural.

—¿Podrías soltarme? Estás invadiendo mi espacio personal —Jihoon tomó de las muñecas a Jeonghan y lo obligó a soltarlo con un poco de fuerza. Jeonghan no lo deseaba pero tampoco quería asfixiar a Jihoon.

Luego recordó algo.

Miró hacía abajo, viendo a un pequeño niño que se escondía atrás de la piernas de Jihoon, aferrándose a su ropa y mirando con cierta curiosidad a Jeonghan. Cuando hicieron contacto visual entre ambos, el pequeño se escondió por completo.

—Hola, pequeño —Jeonghan se agachó a la altura de pequeño—. ¿Cómo te llamas? —el niño no parecía salir de su escondite. Jihoon suspiró.

—Kai —Jihoon lo apartó de su pierna con suavidad para presentarlo al Omega mayor—. Él es tu tío Jeonghan, no te hará daño.

El pequeño levantó la mirada a su padre, mirándolo con curiosidad. Y al ver la seguridad de él se dirigió a Jeonghan.

—Soy Kwon Kamal Kai —se presentó con una tierna sonrisa y extendiendo su manita.