Nota: Quiero mencionar que no sé redactar testamentos y más cuando la historia está ubicada en Corea. Con el fin de la historia, se tomará un proceso jurídico diferente. No me especializo en derecho y necesitaría informarme al 100% sobre el tema.
(Además queda claro que lo escrito aquí es ficción :P)❦
A pesar de que los años pasaron, Jeonghan no pudo hacer nada por traer de regreso a Yeonjun. Lo único que le quedaba era vivir junto con Seungcheol aunque la relación se volvió más fría que antes. Lo seguía amando, eso no lo dudaba y tampoco dudaba que Seungcheol lo amara. Se daba cuenta que cuando estaban juntos era imposible no sentir la necesidad de tocarse, y cada cierto tiempo, de algún modo volvían a renovar la marca que tenían.
La convivencia era imposible, pero los sentimientos no.
No podía ver a la cara a Mingyu ni a Wonwoo. Era responsable del dolor inmenso que Soobin estaba viviendo al estar lejos de Yeonjun, y lo sabía porque incluso su hijo sentía que se moría por estar lejos de él. Sin embargo, poco a poco las cosas las fueron superando. Como el hecho de que Yeonjun enviaba las notas de calificaciones de la universidad donde se encontraba, viendo que sus estudios estaban mejorando.
Yeonjun ya podía convivir con otras personas, y comprendió que la necesidad de buscar a Soobin en ese momento no era su prioridad si sabía que no podía hacerlo. Por supuesto, seguía demasiado restringido en su vida. El dinero era un limitante y la persona que lo vigilaba no era más que un ser sin sentimientos que no se tentaba en hacer lo que hacía. Y la mejor manera de complacer a su padre, era obedeciendo.
Por su parte, Jeonghan no podía estar solo, y mucho menos sin Seungcheol.
El Alfa entró a su hogar, era inevitable no escucharlo cuando prácticamente azotó la puerta de la entrada al cerrarla. Jeonghan retiró la mirada del libro que leía para verlo llegar. Pasó por la sala con el rostro neutro, no parecía estar molesto, ¿estaba triste? Fue directo a su estudio, y con cierta curiosidad dejó el libro sobre la mesa central y fue a él para seguirlo.
La puerta del estudio estaba abierta, y cuando se asomó lo vio tomarse un vaso entero de licor de un solo jalón. Lo dejó caer sobre el escritorio y apoyó las manos ahí mientras miraba un poco fijo.
—¿Seungcheol? —se atrevió a entrar, pero el Alfa no lo estaba mirando—. ¿Pasó algo?
—Mi madre se está muriendo.
Jeonghan se quedó callado por ello, sabía perfectamente la carga de sentimientos que tenía hacía su madre. El odio que le tenía por el pobre niño que sufrió y por la indiferencia hacía él como Alfa. Seungcheol tenía resentimiento que no ha dejado a su vida sanar por completo.
—¿Estás bien?
—Se supone que me sentiría feliz por su muerte —respondió, como si aquello no tuviera lógica, pero en el fondo Jeonghan sabía que sí, la tenía. Después de todo era su madre—. Esperé mucho tiempo que la vida le hiciera pagar por lo que le hizo a mi padre y a mí, pero no estoy satisfecho.
—Seungcheol...
—Jeonghan —lo miró. Había un brillo en sus ojos—. La quiero matar con mis propias manos.
Sin decir nada, se acercó al Alfa y lo abrazó queriendo tranquilizarlo. Al tenerlo sobre sus brazos, Seungcheol respondió al abrazo, besando su cabello y restregando la nariz sobre este, quería su aroma, de ese modo podía tranquilizar su sentir.
—Necesito verla —Jeonghan se apartó para ver su rostro. El omega tenía una expresión de terror de solo imaginar lo peor—. Quiero verla suplicar por mi perdón, la quiero ver sufrir.
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All My Love [3ra Parte Semicolon] - Omegaverse
Hayran KurguTercera parte de Semicolon Seungcheol es un Alfa menospreciado por su familia, fue minimizado desde joven. Un día conoce a un Omega que hace poner todo su mundo de cabeza, y a pesar de que lo ama demasiado, sus sentimientos se vuelven un terremoto q...